Debido a que no existe una terapia antiviral contra el dengue, Takeda promete convertirse en una medida de prevención muy eficaz contra esta enfermedad tropical.
¿Sabía que el dengue tiene categoría de endemia en más de 100 países, Europa incluida? Así lo recoge la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyas estimaciones apuntan que actualmente se producen 390 millones de infecciones de dengue por año en todo el mundo, aproximadamente, con una tasa anual de mortalidad que va de 20.000 a 25.000, asolando sobre todo a los niños. Y eso que apenas nueve países habían experimentado epidemias graves de dengue antes de 1970.
¿Qué es Takeda?
Aunque actualmente ‘Dengvaxia’, de Sanofi, es la vacuna contra el dengue que más se utiliza para proteger contra su enfermedad tras su aprobación en 2019, ‘Takeda’ viene pisando fuerte, y promete brindar el mismo grado de defensa o más incluso que el otro fármaco, pudiendo inocular a los 4 años, incluso; un anticipo que es toda una novedad, ciertamente, sobre todo frente al perfil de posibles personas a administrar de entre 6 y 45 años que exigía el otro fármaco, cuyos pacientes ya debían de haber padecido previamente de una infección por el virus del dengue.
Tetravalente, y válida para prevenir el tipo de dengue que causan los serotipos 1, 2, 3 y 4 del virus, este nuevo medicamento podrá administrarse a personas de 4 años o más que residan en algunos de los Estados miembros de la Unión Europea (UE) así como en países del resto del mundo, y todo gracias a que el CHMP o Comité de Medicamentos de Uso Humano lo ha revisado recientemente hasta darle su visto bueno.
Durante la elaboración de este fármaco, los investigadores realizaron un total de 19 ensayos clínicos para evaluar tanto los beneficios como la seguridad del suero de Takeda, contando para ello con 27.000 personas, nada menos, de entre 15 meses y 60 años, y pertenecientes además a diferentes regiones internacionales, tanto endémicas como no endémicas.
¿El resultado? Que la nueva vacuna tetravalente previene la fiebre, por un lado, así como la enfermedad grave y la hospitalización causada por cualquiera de los cuatro serotipos del virus del dengue, por otra parte.
Claro que Takeda también tiene sus efectos adversos, y entre los reportados con mayor frecuencia destacan los dolores de cabeza y molestia en el lugar de la inyección, al menos tras el primer pinchazo; amén de malestar general y dolor muscular.
¿Qué es el dengue?
Cabe recordar, en este punto, que el dengue es una enfermedad tropical que celebra su Día Mundial cada 26 de agosto, dejándose transmitir por los mosquitos, y provocando con su aguijón una serie de síntomas leves, muy similares a los que causa el virus de la gripe común. Hablamos de una infección cuya apuesta por el control de mosquitos ha demostrado, hasta ahora, no ser muy eficaz como medida de prevención de la enfermedad.
Y es que existe un pequeño número de personas infectadas de dengue que acaban desarrollando una enfermedad grave que a veces implica hemorragia y daño orgánico, dos secuelas potencialmente mortales, por cierto, a las que se exponen mayoritariamente quienes están lidiando por segunda vez con este contagio.
Transmitida de vectores a humanos a través del mosquito Aedes aegypti, principalmente, y del mosquito Aedes albopicus, si bien este último lo hace en menor medida, el dengue deja rastro a su paso. Así, la fiebre, las náuseas y los vómitos son las huellas que más comúnmente componen el rastro de manifestaciones de este virus, junto a la aparición de sarpullidos o erupciones en la piel, molestia muscular y en las articulaciones, dolor de cabeza intenso y dolor detrás de los ojos.
Para Jacob Lorenzo-Morales, profesor Titular del Área de Parasitología y director del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias (IUETSPC), de la Universidad de La Laguna en dicha región autónoma, «contar desde ahora con una medida preventiva frente a la gravedad de la enfermedad es todo un logro para la salud global», y más cuando esta patología «suele tener una clínica mucho más grave si hablamos de una segunda infección».
Takeda, en cambio, trae consigo una protección más amplia para niños pequeños y personas mayores de 45 años, dos de los colectivos más vulnerables a su transmisión. En su versión grave, el dengue tiende a regalar a quien lo sufre manifestaciones más preocupantes, como dificultad para respirar, fiebre alta e incapacitante, e incluso un sangrado alarmante de los órganos internos; severas complicaciones que muchas veces acaban desembocando en muerte.
En este sentido, y según apostilla Lorenzo-Morales, «la aprobación del empleo de esta vacuna tetravalente es otro ejemplo claro de que la ciencia es clave para la protección de la salud humana, sobre todo en el caso de enfermedades tropicales y/o emergentes como esta».
Y es que según ha explicado este facultativo, «en los últimos años hemos visto el aumento de brotes por dengue debido principalmente a una alta prevalencia los mosquitos vectores -transmisores del virus que causa la enfermedad- en zonas endémicas e incluso no endémicas por colonización de nuevas áreas y fronteras por estos vectores».