La inflación obligará a las familias a tirar de sus ahorros. Esto afecta de forma negativa al consumo y al poder adquisitivo nacional.
Tan solo una semana después de que Funcas estimase, merced a los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que la inflación proseguirá con sus guarismos actuales, 10,2%, durante al menos los meses de julio y agosto, ahora arroja un poco más de luz sobre las consecuencias de este hecho para la población.
Así, la constante subida de precios, reflejada en la anteriormente mencionada inflación, obligará a las familias a utilizar sus ahorros. Una circunstancia que además afecta de forma negativa al crecimiento de consumo y al poder adquisitivo nacional.

Funcas alerta sobre el descenso del consumo y la rebaja del crecimiento
Así, y de acuerdo con las estimaciones de Funcas, «el consumo privado crecerá este año un 1,8% y el que viene otro 2%, muy por debajo del 4,6% que se registró en el ejercicio 2021. El servicio de estudios ha rebajado en dos puntos porcentuales la previsión para 2022 y en casi uno la de 2023».
El consumo privado en España ha decrecido en casi un 3% respecto al año 2021
¿Qué pasará con los hogares españoles?
Con estas previsiones económicas nada halagüeñas, el punto de mira se fija a su vez en las familias y por ende en sus hogares. Al respecto, y en su último informe, Funcas prevé que «los hogares españoles se verán obligados a tirar del ahorro para financiar su gasto, algo que permitirá un leve crecimiento del consumo privado».

¿En qué afecta a las empresas?
Por lo que respecta al sector empresarial, el centro de análisis revela que «las empresas no energéticas también se enfrentan a un estrechamiento de sus márgenes como consecuencia de la escalada de costes energéticos y de otras materias primas».