Sólo, éste, ése y aquél…trece años después se escribirán con tilde. El enfrentamiento entre lexicógrafos y escritores se ha saldado con el sí al acento en la Real Academia de la Lengua Española.
Despenalizar el uso del adverbio sólo cuando a juicio del que escribe sea necesaria esquivar la ambigüedad. Desde Javier Marías quien alguna vez dijera que esperaba la rectificación de la Academia hasta Luis Mateo Díez, Mario Vargas Llosa, Antonio Muñoz Molina o Carmen Iglesias, entre otros, se declararon en su día en contra dicha prohibición.
«En el caso del adverbio sólo es obligatorio escribirlo sin tilde en contextos en los que su empleo no entrañe riesgo de ambigüedad. Será optativo en contextos en los que, a juicio del que escribe, su uso entrañe riesgo de ambigüedad».
