Disfrutar de una buena salud mental es sinónimo de fortaleza y bienestar, de una verdadera regulación de pensamientos e ideas, sentimientos y emociones.
Mientras un estudio de Dinamarca publicado hace unos días en ‘The BMJ’ asegura que el virus Corona y su pandemia apenas han generado un escaso deterioro de la salud mental entre la población, al menos no en comparación con los niveles anteriores a la enfermedad infecciosa del SARS-CoV-2, desde la Confederación Salud Mental España y la Fundación Mutua Madrileña advierten que el 40 por ciento de quienes residen en España sufre mala salud mental, actualmente, apuntando asimismo que casi el 15 por ciento de los españoles ha llegado a tener ideas suicidas.
Entidades sociales alertan del declive psicológico de la salud mental a nivel nacional
Tales tasas recogen, en concreto, que casi el 60 por ciento de la población está dividida entre la preocupación y el temor, la tristeza y la depresión, siendo los jóvenes y las mujeres dos de los colectivos más afectados. O eso se desprende del recién difundido ‘La situación de la salud mental en España’, un estudio elaborado y sellado en equipo por las dos entidades antes mencionadas.
Realizado en 2022 y aunando en sus observaciones la participación de más de 2.000 personas, profesionales de la sanidad y afectados de trastornos psicológicos incluidos, amén de la población general, por supuesto, dicho informe poco alentador se hace eco, además, de que cuatro de cada diez residentes en el país, lo que por cierto equivale al 39,3 por ciento de la población nacional, le da una calificación negativa a su actual salud mental.
Y es que la califican de muy mala, mala o regular, habiendo muchos de ellos que han tenido ideas suicidas, mientras otros varios han llegado incluso a intentar quitarse la vida.
«Este estudio es el primer intento de mapear la salud mental en España», o así lo ha asegurado el presidente de la Confederación Salud Mental España, Nel González Zapico, durante la presentación pública y oficial del susodicho trabajo ante los medios de comunicación.
Así que, aun después de haber pasado meses desde que la covid-19 dejara de ganarse titulares y primeras planas por su alta incidencia, el 57 por ciento de la población española aún se siente invadido por la preocupación y la tristeza, el temor y la depresión. Sensaciones que arrojan más trazas de pintura al cuadro general del estado actual de la salud mental en España.
Un tema que, según el informe, también está adquiriendo cada vez más relevancia y toma de conciencia entre la sociedad, quienes hoy en día le dan una importancia de 4,5 en una escala del 1 al 5, basado en su efecto sobre el bienestar general.
Entrando en detalles, cabe añadir que el estudio se llevó a cabo durante cuatro meses, periodo en el que se aplicaron dos fases en total; empezando por la etapa cualitativa, en la que se tomó testimonio de personas, familiares y profesionales con experiencias propias, para luego terminar dos meses después por la fase cuantitativa, en la que se realizaron 2.000 entrevistas online, que más tarde se dividieron por género y por edades en mayores de 18 años, y siempre desde un ámbito nacional (con la excepción de Ceuta y Melilla).
Puede decirse, a la luz de los datos arrojados por el informe, que la pandemia sí ha ayudado bastante a que los problemas de salud mental aumenten entre la población; aunque en la otra cara de la moneda se percibe que el virus Corona ha contribuido a visibilizar la enfermedad silenciosa que estaba carcomiendo la psique poblacional, hasta el punto en que hoy en día la gente muestra más interés y preocupación por esta gestión.
Desgranando los pormenores de la salud mental española
Así, mientras el 74,7 por ciento de los españoles encuestados considera que la salud mental ha ido empeorando en los últimos años, las causas de esta decadencia responden al covid-19 con un 87,1 por ciento de los votos, siendo las dificultades económicas como la subida de los precios y el paro las principales razones del deterioro al que se está asistiendo actualmente, con un 91,4 por ciento de votos entre la gente. Un alud negativo en la que la incertidumbre ante el futuro y la presión, las exigencias y el estrés diario representan su propia roca en avalancha, con un 89 y un 88,8 por ciento de los votos, respectivamente.
«En 2021 hubo 4.003 suicidios en España, mientras que en 2011 hubo 3.180», según se hizo eco el informe y tal y como constató Lorenzo Cooklin, director general de la Fundación Mutua Madrileña. «Aunque las cifras de ideación son mayores en las mujeres, en la cifra de suicidios hay más hombres».
Así, aunque es cierto que el estudio se aplica a mayores de 18 años, únicamente, 9 por ciento de los cuales ha admitido haberse autolesionado, dicho sea de paso, se trata de un porcentaje que se dispararía» en los menores de 18 años», probablemente. «La intención es que más adelante se haga un estudio específico de población infantil y adolescente».
El informe, entre tanto, apunta que el 42,1 por ciento de quienes residen en España han sufrido una depresión en algún momento de su vida, mientras que un 47,6 y un 36,9 por ciento han experimentado ataques de ansiedad o pánico y ansiedad prolongada en el tiempo, respectivamente. Y a juzgar por el perfil sociodemográfico de los afectados, el grueso del pastel se reparte mayoritariamente entre las mujeres, con un 61,3 por ciento, si bien tanto ellos como ellas constituyen una población más joven, con un nivel socioeconómico inferior y un leve predominio de soltería entre los hombres.
Con todo, la salud mental sigue siendo un estigma social entre la población
Y ello se mantiene, desafortunadamente, pese al puesto cada vez más relevante que el asunto está ganando en la sociedad; todo un tabú que ha hecho sentirse rechazadas por su entorno social al 40,4 por ciento de las personas diagnosticadas, mientras el 38,7 por ciento se ha sentido discriminado, especialmente en el ámbito laboral.
Cabe añadir, por otra parte, que la confianza brilla por su ausencia a la hora de compartir estas cuestiones de salud mental con su alrededor, unos cuantos con absolutamente nadie y la mayoría ni siquiera con sus compañeros de trabajo.
¿Y qué hay de quienes sí se han atrevido a buscar ayuda profesional, en cambio?
En este sentido, el presente informe de salud mental refleja que el 48,7 por ciento de los afectados y diagnosticados acude a un psicólogo, actualmente, al tanto que el 50,5 por ciento lo hace a consulta psiquiátrica. Ahora bien… ¿cuál es la media de estas terapias? De 4,5 y 6,7 años, respectivamente, según datos del informe, siendo que uno de cada cinco afectados ha estado ingresado en un hospital psiquiátrico o en una planta de psiquiatría de un hospital general, mientras que un 18,9 por ciento se encuentra consumiendo algún psicofármaco, mayoritariamente ansiolíticos y antidepresivos.