Presentada como un patógeno infeccioso, la viruela del mono cuenta con un mecanismo capaz de bloquear el sistema de defensa celular, según los investigadores.
Tras apuntar en un anterior estudio la posibilidad de que la viruela del mono sea contagiosa antes incluso de que aparezcan los primeros síntomas, requiriendo, eso sí, un periodo de aislamiento de entre 16 a 23 días, y llegando a detectar al 95 por ciento de las personas con una posible infección de monkeypox, un nuevo trabajo científico ha puesto sobre la mesa la opción de que el virus del simio también sea transmisible por vía aérea.
Cuando la viruela del mono se deja inhalar
Según han detectado recientemente y por primera vez un equipo de científicos españoles, tanto en la saliva como en el propio aire persisten altas cantidades del virus que causa la enfermedad del simio. El hallazgo, difundido no hace mucho a través de la revista The Lancet Microbe’, y encontrado por cierto en diversos pacientes españoles infectados, abre la puerta a la posibilidad de que este virus también se transmita por vía aérea.
Hablamos de una enfermedad endémica en África central y occidental; y de un virus perteneciente a la familia de los Orthopoxvirus, por cierto, que ya ha demostrado sobradamente que puede transmitirse entre animales y seres humanos, con síntomas muy similares a los de la viruela tradicional, erradicada oficialmente en 1980, si bien por ahora se ha mostrado menos grave, contagiosa y mortal que esta última.
De hecho, los científicos involucrados en su realización no descartan que monkeypox —también conocido como MPXV, por sus siglas en inglés— sea capaz de transmitirse no solo por contacto directo —la vía principal de contagio manifestada a través de lesiones cutáneas de un infectado, sobre todo—. Sino además por el aire, un modo de contagio mucho menos dominante que, no obstante, puede haber contribuido a la suma de los más de 79.000 casos confirmados de viruela del mono registrados hasta la fecha, desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) hiciera saltar las alarmas de emergencia sanitaria a nivel global.
Tal y como ha explicado Antonio Alcamí, investigador del CSIC en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO-CSIC-UAM), «los datos epidemiológicos apuntan a que la transmisión del virus de la viruela del mono tiene lugar principalmente por contacto; pero a la vista de estos nuevos resultados, proponemos no desestimar y vigilar la posibilidad de que se pueda transmitir también a través de las microgotas de saliva y por vía aérea».
Un bloqueo contra las células tumorales
Durante su investigación, el equipo llegó a analizar muestras de saliva de 44 personas que entre el 18 de mayo y el 15 de julio de 2022 resultaron dar positivo en viruela del mono, tras presentar lesiones cutáneas y acudir a centros sanitarios de Madrid, una de las autonomías con mayor incidencia de este patógeno en España. ¿El resultado?
Un rastro de ADN viral en el 85 por ciento de los pacientes analizados, tal y como ha resumido Bruno Hernáez, del CBMSO-CSIC-UAM, quien también añadió que el equipo investigador advirtió que «en el 66% de las muestras el virus mantenía su capacidad infecciosa».
Tanto es así, que este grupo de científicos españoles también captó la presencia del virus de la viruela del mono en la mayoría de las mascarillas con las que los pacientes acudieron a la consulta médica; más aún, los filtros de nanofibras desarrollados por el CSIC y la empresa Bioinicia les permitió averiguar, de igual forma, que había un ADN viral en el aire a una distancia de entre dos y tres metros del paciente.
Según admitió Alcamí, «hemos podido determinar por PCR la presencia del virus de la viruela del mono en el aire muestreado durante la visita médica del 64% de los pacientes del estudio», si bien les faltó concretar su capacidad infecciosa.
Un trabajo, en suma, en el que también han participado el Hospital Universitario Clínico de San Carlos de Madrid; el Centro Sanitario Sandoval; el Centro Nacional de Microbiología (ISCIII); el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol de Badalona, y el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC).
Definitivamente, la información del presente trabajo engrosa el expediente de monkeypox que otros científicos han ido revelando de un tiempo a esta parte, ensayo tras ensayo, especialmente desde que en mayo de este mismo año estallara un nuevo brote contagioso a nivel mundial. Tal es el caso reciente, asimismo, del trabajo realizado por investigadores del CNIO y de la Universidad de Sussex, en Reino Unido, publicado por la revista especializada ‘Nature Communications’, y sellado entre otros por el coautor Ángel Rivera-Calzada.
Y es que ellos también detallaron en otro estudio reciente, el modo en que los mecanismos que permiten desarrollarse a patógenos como monkeypox son capaces de bloquear a nivel atómico el sistema de defensa celular de las personas infectadas con su virus. Todo un interesante descubrimiento que, dicho sea de paso, desvela un acoplamiento entre la proteína ku y las proteínas víricas. Una información que bien podría ayudar al desarrollo de futuras estrategias para batallar contra las infecciones causadas por los virus de la talla de la viruela del mono; e incluso permitirá mejorar la respuesta ante los más tumorales.