Tras corroborar que las lesiones de la piel atraen a más niveles del virus, un estudio catalán ha revisado el plazo de los preservativos en la viruela del mono.

Actualmente, el consenso especializado coincide en recomendar el uso prudente de los preservativos durante 12 semanas tras confirmar el diagnóstico en una persona con viruela del mono. Aunque una nueva investigación española, realizada por entidades de Cataluña y publicada recientemente en la revista The Lancet Infectious Diseases’, sostiene que dicho plazo podría reducirse a seis semanas, justo la mitad.

Las indagaciones sobre Monkeypox siguen creando ríos de ciencia

Pese a haber cambiado su denominación de viruela de mono a MPOX a ojos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) los ensayos de investigación sobre esta enfermedad continúan en vigor, y claro ejemplo de ello es este ensayo presente.

El trabajo en cuestión, coordinado por la doctora Clara Suñer y realizado conjuntamente por el Hospital Germans Trias de Badalona, en Barcelona, y por la Fundación Lucha contra las Infecciones, sostiene que el semen no es una vía de transmisión de la infección de Monkeypox, o al menos no a largo plazo.

Durante la evolución del ensayo, los científicos participantes contaron con 77 voluntarios enfermos de viruela del mono, a los que animaron a extraerse por sí mismos diversas muestras corporales, sacadas de diferentes partes del cuerpo; tomas que después debían enviar a los centros de salud de referencia.

¿Su objetivo? Identificar las posibles vías de contagio del virus con el que contaba cada paciente y, a partir de ahí, evaluar las medidas de aislamiento en vigor, para así describir el tiempo de reducción de la carga viral de cada uno.

Un estudio que en sus datos detalla, entre otras cosas, los resultados obtenidos de las muestras tomadas de lesiones de la piel, desde el recto hasta la zona de orofaringe, pasando por la vagina, el semen e incluso un poco de sangre seca.

¿Cuál fue exactamente el resultado de tantos análisis?

La corroboración de que las lesiones de la piel representan por sí solas la localización del cuerpo que más altos niveles de virus del mono acumulan, siempre según los datos recopilados del ensayo, siendo el punto de acceso donde más frecuentemente se replica la infección, por un lado, constituyendo asimismo una vía de contagio más efectiva, por otra parte.

Tomando esto presente, los investigadores involucrados en este ensayo resumieron que la actual recomendación de usar el preservativo para prevenir la infección durante 12 semanas, contando a partir del diagnóstico de la enfermedad en un paciente con viruela del mono, podría reducirse a la mitad y pasar a solo seis semanas.

Lo que los investigadores siguen viendo un plazo adecuado es el que se consensó en imponer a las medidas generales para frenar la transmisión de esta virulenta patología, consistente, actualmente, en el aislamiento de la persona infectada hasta la caída de la costra de las lesiones en un tiempo de tres semanas, aproximadamente.

Cabe añadir, por último, que otra de las entidades que también ha participado en la realización de este trabajo ha sido el centro Checkpoint, así como la Unidad de ITS Drassanes–Vall d’Hebron de Barcelona, amén del Hospital 12 de Octubre de Madrid.

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