La longevidad es el eterno sueño de la humanidad, una meta que los países desarrollados buscan alcanzar a golpe de estudios e investigaciones científicas.

Ante la duda de qué hacer para vivir más, la menstruación y la menopausia tardía se yerguen como aliados propicios para favorecer la longevidad de las mujeres. O eso aseguran los datos arrojados por una nueva investigación científica.

La longevidad favorece a las mujeres

El estudio, publicado en la edición digital de la revista ‘Menopause’, y realizado por investigadores pertenecientes a la Escuela de Medicina de la Universidad de California, en San Diego, en Estados Unidos, reveló que aquellas mujeres que comienzan más tarde a experimentar primero la menstruación y luego la menopausia pueden aumentar sus posibilidades de abrazar la longevidad, llegando a vivir hasta nueve décadas.

«El logro de la longevidad es un objetivo de salud pública global con tantos de nosotros preguntándonos ¿cómo puedo vivir más tiempo?» expuso Aladdin Shadyab, del Departamento de Medicina de Familia y Salud Pública de la Universidad de California San Diego.

«Nuestro estudio encontró que las mujeres cuya primera menstruación fue a los 12 años o más, y experimentaron la menopausia, ya sea de forma natural o quirúrgicamente a los 50 años o más, y habían tenido más de 40 años reproductivos, habían aumentado las probabilidades de vivir hasta los 90 años de edad».

Para esta afirmación, los investigadores se basaron en una minuciosa evaluación de los factores reproductivos y su asociación con la supervivencia a una específica edad avanzada, más exactamente la de los 90 años.

Partieron para la investigación de la longevidad de las mujeres con 16.000 participantes integradas en la Iniciativa de Salud de la Mujer, una investigación nacional longitudinal de mujeres posmenopáusicas. Se trataba de un grupo diverso, racial y étnicamente hablando, al que se sometió a un seguimiento de 21 años, y de los cuales el 55 por ciento de sus miembros acabó sobreviviendo a la edad de 90.

«Nuestro equipo encontró que las mujeres que comenzaron a menstruar en una edad más avanzada eran menos propensas a tener ciertos problemas de salud, como enfermedades coronarias», comentó al respecto Shadyab; «y las que experimentaron la menopausia más tarde en la vida eran más propensas a estar en excelente estado de salud general, lo cual puede ser una posible explicación de nuestros hallazgos».

¿Y cuáles de ellas fueron menos propensas a tener diabetes?

A juicio del estudio, las mujeres que se iniciaron tempranamente en la menstruación, y experimentaron la menopausia a una edad más tardía, resultaron ser menos propensas a ser fumadoras, por un lado, y a ganar menos papeletas para acabar teniendo un historial de diabetes.

«Factores como el tabaquismo pueden dañar el sistema cardiovascular y los ovarios, lo que puede dar lugar a una menopausia anterior», apuntó Shadyab.

Por su parte, «las mujeres con menopausia más tardía y una vida útil reproductiva más larga pueden tener menor riesgo de enfermedades cardiovasculares», sostuvo.

En admisión del propio Shadyab, se requiere más análisis para examinar el modo en que la genética, el estilo de vida y los factores ambientales pueden acabar explicando la relación entre la vida reproductiva con la longevidad.

«Este estudio es sólo el comienzo del análisis de los factores que pueden predecir la probabilidad de que una mujer sobreviva hasta la edad avanzada», resolvió Shadyab, concluyendo al respecto «estoy emocionado de tener estos resultados y seguir contribuyendo a la ciencia detrás de la longevidad».

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