Del 18 al 24 de septiembre la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) y su red asociativa, representada por la World Federation of the Deaf (WFD), reclaman la presencia de la lengua de signos en todos los ámbitos.
Bajo el lema «un mundo donde las personas sordas podamos signar», las personas sordas celebran su semana internacional y publican un manifiesto y hacen alusión a los condicionantes a los que tienen que enfrentarse los sordos en su lengua minoritaria.
‘Limitar los derechos lingüísticos de la población sorda es limitar su existencia’, apuntan. ‘Es necesario situar las lenguas de signos en el eje de cualquier política pública y normalizar su uso como una lengua más’.
La entidad alude al recientemente promulgado Real Decreto 674/2023, de 18 de julio por el que se aprueba el Reglamento que desarrolla la ley 27/2007 por la que se reconocen las lenguas de signos españolas y se regulan los medios de apoyo a la comunicación oral para las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas.
Y es que este texto legal «no solo reconoce la identidad lingüística de la comunidad sorda que utiliza la lengua de signos española y la lengua de signos catalana», explican, «sino que establece las obligaciones necesarias para que las personas sordas podamos elegir, sin imposiciones de ningún tipo, qué lengua queremos utilizar».
Por ello, la CNSE hace un llamamiento a los gobiernos central y autonómicos para que garanticen su cumplimiento de forma igualitaria en todo el territorio español y cuenten con la colaboración de las entidades de personas sordas para implementar las acciones de toma de conciencia y formación necesarias para asegurar el pleno acceso de las personas sordas a la comunicación y a la información:
«Nadie mejor que nosotras sabemos lo que necesitamos», afirman.