La actualización del sistema de etiquetas medioambientales ha llevado a que muchos países europeos las eliminen porque no tienen tales beneficios y ahora le toca a España.
El sistema de clasificación de los vehículos según su respectivo grado de contaminación hace que la ventaja de aparcar en el centro por ser Eco o eléctrico desaparezca como ya sucede en Francia. Si a eso le sumamos las otras ventajas que tenían en cuanto a libre circulación por el centro, hará que sean penalizados como muchos otros vehículos dado que se terminarán dichas ventajas.
Si a esto le sumamos a que en España existe una cultura baja respecto a la electrificación de los vehículos, si le quitamos las ventajas en cuanto a aparcamiento o consumo, las ventas se hundirán del todo.
Por otro lado, se baraja el posible nuevo impuesto extra que tendrán los vehículos más pesados, uno que ya se cobra en algunos países europeos y aquí, de momento, no se contempla.
La actual cuota de mercado de los electrificados en España supone que los híbridos enchufables son un 25,3%; los híbridos enchufables, un cinco por ciento y los eléctrios un siete con ocho por ciento.
