La dependencia sigue dando que hablar en España en donde algo más de 45.000 personas murieron el año pasado esperando las ayudas destinadas a la dependencia; una cada doce minutos, mientras que fuera reducida la aportación para la dependencia. Así lo ha trasladado el responsable de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, José Ramón Ramírez.
«Especialmente sangrantes son los recortes que se han producido en Catalunya, comunidad que, de nuevo, ocupó el último puesto de la Escala de Valoración del Observatorio de la Dependencia”, señala Ramírez.
Esto es lo que sucedió en 2022 cuando nueve gobiernos autonómicos aliviaron los problemas de Tesorería de sus arcas autonómicas en lugar en incrementar la atención a las personas en situación de Dependencia.
A pesar del plan de choque que el Gobierno central destinó a salvaguardar a estos pacientes, una partida de 3.644 millones de euros, ese dinero ha desaparecido.
Las comunidades son: Catalunya, que ha reducido la inversión en 57,3 millones de euros; Cantabria (8,7 millones menos); Asturias (10,8 millones); la Comunidad Valenciana (40,6 millones); Andalucía (51,6 millones); Extremadura (11 millones); Madrid (15 millones); Castilla y León (7,4 millones), y Murcia (un millón).
Dentro de éstas las comunidades con mayor número de dependientes esperando son: Catalunya (27,1%), La Rioja (18,9%) y el País Vasco (17,5%).
La burocracia, la falta de interés y las irregularidades a la hora de destinar el dinero a la prestación de servicios ha hecho, una vez más, que mueran personas enfermas dependientes mientras la clase política a su libre albedrío destina ese dinero a otros menesteres.