Menopausia y trucos para darse cuenta de cuándo se está entrando en ella

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Menopausia, imagen cortesía Pixabay

Existen ciertos indicios y efectos que actúan como luces de neón sobre la llegada del trascendental periodo de la menopausia. ¡Aprenda aquí cuáles son!

La menopausia no es un sinónimo de falta de bienestar, pese a los muchos cambios a los que dicha etapa induce al cuerpo. Pero comprender qué significa y aprender a distinguir sus síntomas es una de las mejores formas para prepararse ante su llegada.

¿Qué es la menopausia?

A fin de ayudar a crear conciencia sobre la importancia de la evaluación y prevención en la salud de las mujeres durante esta etapa de la vida, tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Sociedad Internacional de la Menopausia (IMS, por sus siglas en inglés) conmemoran hoy, 18 de octubre, el Día Mundial de la Menopausia.

Llamada también ‘climaterio’, la menopausia es un proceso natural por el que tarde o temprano acaban pasando las mujeres. Sus síntomas simbolizan el principio del fin de los ciclos menstruales, pero también conlleva una batería de efectos secundarios en el organismo que, cuando acaban, asientan el desplegable de un periodo que no es tan horrible ni temible como parece.

Hablamos de una etapa única en el currículum reproductivo de una mujer, ya que equivale a la ausencia definitiva de la menstruación, por un lado, y da pie al inicio de la posmenopausia, por otra parte, justo esa última de las fases en el que la persona pasará el resto de su vida.

Como interrupción natural de la menstruación, con la menopausia en acción los ovarios dejan de segregar las hormonas sexuales femeninas; es decir, que deja de fabricar los estrógenos y las progesteronas, repercutiendo así en la fertilidad de la mujer. Ahora bien, ¿cuándo se diagnostica, oficialmente?

Transcurrido un año sin haber presentado la regla. Por norma general suele aparecer a la edad de entre 40 y 50, sin entrar a valorar otras causas externas que lo suscitan o adelantan, por supuesto, siendo más frecuente a partir de los 45, si bien la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) señala que la edad promedio de este periodo entre las españolas ronda los 51 años.

¿Cuáles son, entonces, los primeros indicios de la menopausia?

Según afirmaciones del consenso literario de especialistas, médicos y de Ginecología y Obstetricia, los cambios en la menstruación constituyen la principal señal de que una mujer está empezando a adentrarse en este periodo tan trascendental e inevitable, matizando eso sí que hay tantas formas de manifestar dichos cambios como mujeres que los experimentan.

Y contrario a lo que cree la mayoría de la gente, la menstruación no se interrumpe súbitamente, de repente y de un mes a otro; más bien se suelen producir periodos irregulares con mujeres que no tienen el periodo durante uno o más meses, por ejemplo, volviendo a menstruar sin previo aviso.

Otras mujeres premenopáusicas, en cambio, experimentan reglas más cortas, pero más frecuentes. Pero en general, la menopausia se diagnostica cuando ha pasado un año desde la última vez que se sangró.

Existen, empero, otras señales que advierten sobre la llegada de la menopausia, y que las mujeres suelen experimentar habitualmente antes de la llegada de dicho periodo.

Nos referimos a las menstruaciones irregulares, cómo no, pero también a los sofocos y a los escalofríos, a la sequedad en la piel y en la zona vaginal, a cambios en el volumen del pecho o en el cuerpo, ganando peso mayoritariamente.

Un abanico de síntomas cuyo desplegable se completa con la manifestación de insomnio o dificultad para descansar, sudores durante la noche, dolor de cabeza o malestar general, pelo fino u otros cambios en el cuero cabelludo.

¿Cuáles son los efectos de la menopausia en el cuerpo?

Lo que está claro, es que, debido a la bajada de estrógeno y progesterona en el organismo, el cuerpo de una mujer tiende a sufrir alteraciones durante la menopausia, como es la pérdida de hidratación y elasticidad en la piel, por lo que esta puede lucir seca y con irritaciones, acumulando además arrugas más marcadas, lo que se debe a la menor producción de colágeno en la piel.

Pero uno de los cambios más reconocibles de la menopausia es el coger peso, ya que la grasa corporal pasa a acumularse en el abdomen y en otras zonas del cuerpo, especialmente en aquellas mujeres que no practican ningún ejercicio físico.

Las alteraciones del sistema urogenital, por su parte, también figuran como un posible efecto secundario de la menopausia, en forma de infecciones vaginales y urinarias, así como en una disminución de la libido que repercute en la vida en pareja, ya que afecta la vida sexual.

Otro tanto ocurre con la osteoporosis, de hecho; entendida como esa enfermedad en la que los huesos se debilitan hasta el punto en que desarrollan fracturas internas, la osteoporosis es un riesgo de la menopausia porque las mujeres sufren en este periodo un deterioro de los huesos, perdiendo en el proceso el efecto protector de los estrógenos, lo que a su vez aumenta la descalcificación de estos.

Un deterioro que a veces también alcanza al tejido de las encías y los dientes, dicho sea de paso, acarreando la pérdida de piezas dentales, por un lado, y la aparición de enfermedades de las encías, por otra parte.

Consejos y soluciones para sobrellevar con entereza la menopausia

En definitiva, recordar todas estas señales es aprender a reconocer a leguas la menopausia. Y como todo gran cambio, esta etapa natural de la vida también conlleva cambios en la salud mental y el riesgo de sufrir alteraciones en el estado anímico; y todo a causa de las alteraciones hormonales, como apatía e irritación, tristeza y enfado, ansiedad y depresión.

En cualquier caso, los expertos aseguran que la alimentación puede ayudar a aliviar las molestias de la menopausia, y más si se acompaña de otros hábitos saludables. Una nutrición que implique comer legumbres y soja dos veces a la semana, por ejemplo, y que contenga frutas y verduras, ya que aportan vitaminas y minerales; leche o productos lácteos desnatados, ya que son alimentos ricos en calcio; fibra sin exceso y cafeína en su justa medida (si se desea), pues ambos pueden interferir en la absorción del calcio.

Asimismo, vigilar el consumo de sodio es otra recomendación de los profesionales hacia las mujeres con menopausia, igual que confiar en los tratamientos hormonales prescritos por especialistas, no abusar de esos alimentos animales que contengan demasiadas grasas saturadas, y acudir y no abandonar las revisiones ginecológicas, que deben ser periódicas durante este proceso natural.

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