
El Ejecutivo, sin el respaldo de la patronal (CEOE y Cepyme), ha llegado a un acuerdo con los sindicatos para clausurar, al fin, la reforma de las pensiones.
Dicen que más vale tarde que nunca y en el caso del Gobierno y la reforma de las pensiones, el dicho no puede ser más cierto. Sin premura, fuera de los límites fijados, y de forma prácticamente unilateral, excluyendo a los sindicatos, parece que ahora ya al fin, tal y como les adelantó este periódico hace poco más de un mes, se va a completar.
Esto es lo que se desprende del acuerdo al que han llegado los dos actores anteriormente mencionados y que tiene como objetivo, «sostener el sistema hasta, por lo menos, el año 2050». Una intención que suena cuanto menos atrevida si hacemos un repaso de la situación económica existente en el país y de las turbulencias que ha tenido este proceso desde su inicio hasta hoy.

La última parte de la reforma de las pensiones «establece una medida que comenzará a aplicarse en el año 2050 y que llegará hasta el 2065. La idea es que el presupuesto aumente hasta el 20% entre esos años, partiendo de un incremento del gasto a partir del 3,1% inicial»