Conocido mayormente por sus imágenes oníricas, muy impactantes y asentadas en lo estrambótico, Salvador Dalí es uno de los abanderados del surrealismo español.
Nacido el 11 de mayo de 1904 en Figueras, Salvador Dalí fue un pintor, escultor, escenógrafo y escritor español que hizo de sus más de 84 primaveras vividas una marca indeleble en la historia del arte en general, y de la pintura y las esculturas, en particular.
¿En qué se basa la ruta turística de Salvador Dalí por Cataluña?
Considerado hoy en día como uno de los máximos representantes del surrealismo español, Salvador Dalí hizo del dicho popular “genio y figura hasta la sepultura” su santo y seña, cosechando a su paso tantos admiradores como detractores, y construyendo en torno a sí un personaje que aún hoy levanta pasiones artísticas e instintos estimulantes.
Extravagante, único y un poco loco, hizo de su mujer Gala su musa particular, dedicándole en buena parte su estilo pintoresco, de ampulosa exhibición.
Por ello, recorrer la ruta de Salvador Dalí por Cataluña es un viaje a sus recuerdos, un paseo errante entre los lugares donde el genio dejó su huella. Un turismo local bastante peculiar, que se abre espacio en sitios como la mente del propio artista.
¿Qué va a ver uno en esta ruta?
El viaje por la ruta de Salvador Dalí en Cataluña comienza en Portlligat, un pequeño pueblo de la Costa Brava enclavado en una hermosa cala abrazada por el corazón del Cabo de Creus. Y es que este pueblo fue testigo de las primeras andanzas del artista, todavía conservando la que durante 1930 hasta 1982 fue su domicilio principal, hasta la muerte de su esposa Gala. Años después se ha convertido en la Casa-Museo de este genio y figura del siglo XX.
Arrimarse a su sombra es dejarse envolver por la inequívoca huella de Dalí, que diseñó este edificio en primer plano, dándole los toques surrealistas que tan bien personalizan e identifican el estilo de este gran pintor.
Enormes huevos subidos a la fachada hacen de vigía, un oso disecado en la entrada da la bienvenida a los visitantes, un Cristo de los Escombros grita originalidad entre las tejas que le dan forma y talla, mientras diversos espejos y restos de barcas le dedican una oda al sol y al mar.
Incluso el emperador Nerón está presente en esta parada de la ruta Salvador Dalí por Cataluña… o al menos lo hace su busto; uno hecho de yeso, por cierto, que se dedica a espiar la desnudez de la vecina Sala de los Modelos, otra de las icónicas estancias de este monumento, dotado de un interior fascinante y de un exterior acunado por la playa de Cadaqués.
¿Qué es lo bueno de esta casa-museo? Que puede visitarse sin problema, bajo previa reserva, eso sí, pudiendo optar por comprar las entradas de manera online. El precio de su visita ronda los 10 euros, aunque hay descuentos para estudiantes, usuarios del carnet joven y mayores de 65 años.
¿Segunda parada? El Teatro-Museo Dalí, en Figueras
Esta localidad presenció el nacimiento y fallecimiento de este artista. Ubicado en el número 5 de la Plaza Gala-Salvador Dalí, el Teatro-Museo Dalí es el monumento que guarda la mayoría de sus obras, donadas tras su fallecimiento, junto a sus restos mortales. Este monumento también puede presumir de haber sido construido por el propio Dalí, quien no dudó en sellarlo coronando su fachada con sus característicos huevos gigantes.
Convertido en el tercer museo más visitado de toda España En 2017, llegó a recibir 1,2 millones de visitantes en dicho año, permitiendo que todos y cada uno de ellos bucee en las profundidades del estilo daliniano, descubriese las diferentes etapas creativas del pintor, se asomase a su vida y a su contribución al mundo artístico y cultural.
Y es que visitar este Teatro-Museo Dalí, parada obligatoria de la ruta que Cataluña le rinde a uno de sus pintores más famosos, es peregrinar cómodamente por una exposición de más de 1500 cuadros, es adentrarse en un patio de butacas transformado en un jardín con un Cadillac lluvioso, admirar la panorámica insinuados en los grandes ventanales.
Perderse en la Galatea de las esferas, dejarse absorber por la sala con forma de la cara de la actriz Mae West; palpar el mobiliario y cuadros y esculturas que hicieron compañía a este talento encarnado; y revivir la adoración de Dalí por su esposa, retratada en todos los rincones del edificio, ya sea mirando al mar o subida desnuda a un pedestal.
Esta parada, epicentro de la ruta de Dalí por Cataluña, puede visitarse por un precio de 14 euros, aunque de nuevo aquí vuelve a ser posible disfrutar de un descuento especial si uno cuenta con el carnet joven, tiene la tarjeta de estudiante, o es igual o mayor de 65 años.
Castillo de Gala-Dalí, en el seno de Púbol
Como colofón de este tributo turístico a Salvador Dalí se yergue el municipio de Púbol, conformando así el trío de localidades emblemáticas de Cataluña conocido como ‘Triángulo Daliniano’.
El edificio, que el pintor compró en 1962 como regalo a su esposa y musa, la rusa Gala, posee las huellas pintoras del artista, que aprovechó el mal estado del Castillo para remodelar y barnizarle con su toque personal.
En su corazón se esconden dibujos y cuadros que Dalí regaló a su amada, y una decoración interna de la que él se encargó íntegramente de confeccionar. Tiene una piscina que no permite bañarse, pero sí conocer al dedillo a Richard Wagner, retratado en un puñado de bustos.
Así, al adentrarse en el Castillo de Púbol uno tendrá la oportunidad de recorrer un jardín decorado a golpe de esculturas de elefantes con largas patas, conocer el estilismo que se calzaba Gala gracias a una espléndida colección de trajes de alta costura que poseía, e incluso visitar el mausoleo de la mujer, ubicado en el subterráneo del edificio.
Este Castillo de Púbol puede visitarse también, por un precio de 8 euros, únicamente, al que es posible aplicarle igualmente los descuentos antes mencionados.