A la Dirección General de Tráfico (DGT) le ha salido un potente enemigo: Social Drive, una aplicación que revela la ubicación de los radares colocados por toda la geografía española.
¿Cuál es la palabra que más aterra a un conductor? A priori podría ser la de accidente; pero hay otra que no estaría lejos y ese es el término radar. En un tiempo donde el bolsillo del contribuyente, debido a la subida de precios y al aumento de la inflación, cuenta con más agujeros que nunca, recibir una multa por exceso de velocidad por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT) podría suponer un auténtico drama difícil de subsanar. Es aquí donde aparece la aplicación Social Drive.
A la Dirección General de Tráfico (DGT) le ha salido un potente enemigo: Social Drive, una app que cuenta con un mapa interactivo que revela la ubicación de los radares veloláser colocados en toda España
Quizá por ello, a la anteriormente mencionada Dirección General de Tráfico (DGT) le ha salido un potente enemigo y este no es otro que Social Drive, una aplicación móvil que ha desarrollado un mapa interactivo que revela la ubicación de los radares veloláser colocados en todo el país.

Social Drive, más de 500.000 visitas en una semana
Tal ha sido el fervor de este mapa, merced a la aplicación Social Drive, «la red social de los conductores a tiempo real, 100% legal a través de la cual puedes informar y ser informado sobre radares, controles u otras incidencias de tu zona en cualquier punto de España», que ha superado el medio millón de visitas en apenas siete días.
¿Qué son los radares veloláser?
Todo ello para luchar contra los radares veloláser. Se trata de unas máquinas implantadas por la DGT desde el año 2018 que «pueden instalarse en cualquier tipo de vía y ubicación, y se caracterizan por su reducido tamaño, pesan aproximadamente dos kilogramos y su altura es de 50 centímetros, y porque solo necesitan un pequeño trípode dispuesto junto a la carretera o cualquier otro aparato que los sujete a señales de tráfico, guardarraíles e incluso a los vehículos de los agentes de tráfico, para controlar dos carriles diferentes en un espacio desde 15 a 50 metros».