Quizá se plantee hacer un plan de adelgazamiento aunque no comprenda bien por qué no adelgaza si come correctamente, hace cierto ejercicio e ingiere las calorías justas, ¿qué sucede, entonces?

Las personas que no logran adelgazar puede que tengan resistencia a la insulina y con ello, presenten un índice HOMA-IR que oculte una posible diabetes I y con ello obesidad.

La insulinorresistencia (IR) es una situación patológica que se caracteriza por la falta de respuesta fisiológica de los tejidos periféricos a la acción de la insulina. Esto se explica por la Homeostasis Model Assessment (HOMA); un modelo matemático desarrollado por los doctores Matthews y Turner en Oxford (Reino Unido) en 1985.

Por tanto, si nos piden averiguar estos valores de HOMA e IR conoceremos la disfunción de la célula beta y con ello, el méido endocrinólogo podrá calcular tanto la glucosa como la insulina plasmática en ayunas.

Una vez que se han hallado estas cifras, se determinará el grado de sensibilidad periférica a la insulina; la capacidad de funcionalidad de la célula beta pancreática y cómo responde el paciente de acuerdo con su edad a la ingesta de alimentos.

Adelgazar no solo es comer menos. Puede que ya lo esté haciendo y no adelgace nada, recuérdelo.

¿Qué debo hacer si quiero adelgazar?

Lo primero que ha de hacer una persona que quiera adelgazar, es acudir a su médico de familia para que le paute un régimen hipocalórico. Las dietas milagro no existen, dado que todas, se basan en la ingesta pobre de calorías pero no siempre se cuidan todos los nutrientes. Los consejos de amigos, las dietas que anuncian y otros batidos y fórmulas no se deben tomar sin prescripción facultativa.

A continuación, si con estos regímenes no se adelgaza, el médico de primaria nos derivará a un médico endocrinólogo, que nos hará un estudio exhaustivo que incluye la resistencia a la insulina.

¿Qué es la resistencia a la insulina?

Ésta es un proceso complejo que se caracteriza por una respuesta disminuida de los tejidos periféricos (tanto el adiposo, como el muscular y hepático), a las acciones biológicas de la insulina, que provocan un aumento compensatorio por las células del páncreas.

Este órgano permite que se mantengan con normalidad los niveles de glucemia.

Si nos han estudiado éstos en sangre, el médico podrá comprobar la variabilidad en la secreción de la insulina y la sensibilidad de dichos tejidos a esta hormona, que dan pie a otras comorbilidades tales como: obesidad exógena; el síndrome del ovario poliquístico; hipertensión arterial; síndrome metabólico; intolerancia a la glucosa; diabetes mellitus tipo 2 y algunas otras enfermedades descritas como consecuencia del aumento de la insulina.

¿Qué es lo que nos dice un análisis de sangre?

Un análisis de sangre para averiguar estos datos, señalará el clamp euglucémico hiperinsulinémico; el modelo mínimo de Bergman; la prueba de tolerancia a la insulina; la prueba de tolerancia oral a la glucosa; el índice homeostasis model assessment (HOMA-IR) y el quantitative insulin sensitivity check index (QUICKI), entre otros valores.

La diabetes I encubierta no da clínica pero sí una falta de respuesta a la hora de perder peso. Esta enfermedad deriva en la diabetes II y con ella, otras enfermedades crónicas que evitan tener una buena calidad de vida porque tener exceso de peso provoca ciertas cardiopatías, otras dolencias relativas a ellas y sobre todo, acorta la vida innecesariamente.

Plantearse un cambio de vida pasa por comer menos, ingerir más fruta y verdura, hacer ejercicio y sobre todo, conocer qué es lo q nos sucede en cada etapa de la vida.

La diabetes I no avisa pero el peso si nos alerta. Hagamos caso al cuerpo que siempre va por delante y nos advierte que algo no va bien.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí