Salud bucodental: conozca cuáles son las enfermedades raras más dentales

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Las enfermedades raras son diversas y poco frecuentes y actualmente se cuentan a miles. Peculiaridades que alcanzan a la salud bucodental, como estas de abajo.

¿Sabía que el 94 por ciento de los adultos jóvenes de entre 35 y 44 años presentan caries, actualmente?

O eso asegura la Federación Dental Internacional (FDI, por sus siglas en inglés), por supuesto, cuyos datos recogen que el 100 por ciento de los españoles que se encuentran en la franja etaria de entre los 65 y 74 años también comparten esta suerte; la entidad matiza, de hecho, que cada adulto presenta una media de 7 caries, mientras que cuatro de cada diez dichas caries continúan sin tratamiento.

Cuando las EERR también ponen en jaque a la salud bucodental

Aunque el 28 de febrero es el Día Mundial de las Enfermedades Raras, cada 20 de marzo se conmemora a nivel internacional el Día Mundial de la Salud Bucodental. Una jornada perfecta y muy eficaz que anima a aunar estas dos categorías patológicas en una sola lista de rarezas bucodentales, ciertamente, en un modo como otro cualquiera de ayudar en la tarea de aportar conciencia social, subrayar la importancia de promover hábitos saludables y mantener una boca sana.

¿Todo ello con qué objetivo?

A fin de dar a conocer en el proceso los factores de riesgo que pueden causar el tener problemas tanto en la lengua como en los dientes o en cualquier otra parte de la boca, básicamente.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER) más del 6 por ciento de la población mundial sufre una o varias de las más de 7.000 EERR registradas hasta ahora, y un gran número de ellas se enmarcan en la salud bucodental y pertenecen a unas patologías dentales muy poco frecuentes.

¿Como cuáles?

Como la llamada geminación dental, mismamente, según el listado de la OMS y de FEDER, que le atribuyen una prevalencia actual que oscila entre el 0,05 y el 0,1 por ciento en la dentición permanente; una tasa que aumenta ligeramente hasta un 0,5 por ciento en los casos que aún presentan dientes de leche.

Denominada por algunos como doble diente, se trata de una anomalía que se deja identificar a ojo experto por el solitario y único diente de gran tamaño que incrusta en la boca de sus pacientes; un diente que también puede lucir una forma anormal, dicho sea de paso, gracias a que parece estar compuesto de dos dientes.

Otro ejemplo perfecto de enfermedad rara de salud bucodental es el llamado talón cuspídeo, una afección que regala a quien lo padece un anormal crecimiento de la parte posterior de uno o varios de sus dientes, concentrándose en los caninos y/o en los incisivos, generalmente.

El curioso nombre de esta anomalía dentaria responde a la forma que acaban adoptando los dientes, básicamente, los cuales recuerdan a la garra del talón de un águila. Poco común, con una incidencia casi escasa, y con tendencia a aquejar a menos de 5 de cada 10.000 habitantes, aparece cuando una persona presenta problemas de maloclusión, falta de espacio en la boca o si incluso sufre irritación de las encías.

Pero en toda lista de enfermedades raras de salud bucodental nunca suele faltar la displasia odontomaxilar segmentaria, un trastorno poco frecuente que se identifica por causar el agrandamiento unilateral del hueso alveolar, por un lado, haciendo otro tanto con la encía del maxilar superior izquierdo o derecho, por otra parte.

Aunque hay que aclarar, eso sí, que esto se produce en la región que abarca desde la parte posterior de los caninos hasta la tuberosidad del maxilar, ciertamente, provocando la ausencia de dientes, o un espaciamiento anormal entre ellos, amén de retrasos en la erupción y de otras anomalías dentales.

La hiperodoncia, por su parte, es otra EERR de desarrollo dental que causa que una persona tenga un número excesivo de piezas dentales en la boca, lo que viene a llamarse dientes supernumerarios. Su incidencia entre la sociedad mundial actual es tan baja que apenas afecta a entre el 2 y 3 por ciento de la población, según datos de FEDER y de la OMS.

Cuando la salud bucodental revela sus rarezas más frecuentes

Siguiendo con la lista de EERR que atañen al bienestar de la boca cabe mencionar a la enfermedad de Buerguer, bautizada también como Tromboangitis obliterante. Oclusiva, segmentaria e inflamatoria, se localiza en las arterias y en las venas, por lo que amenaza por desembocar en trombosis y provocar enfermedades periodontales.

En este listín de rarezas dentales la anquilosis dental tampoco se queda atrás, al menos en cuanto a su presencia entre la gente, se entiende; caracterizada por la fusión de un diente al hueso alveolar de la boca, esta peculiaridad impide que esta pieza se mueva, bloqueando así y por consiguiente su correcto desarrollo y crecimiento.

Aunque se sabe que esta enfermedad rara afecta tanto a los dientes de leche como a los permanentes, con cierta prevalencia hacia la dentición primaria, por supuesto, sus orígenes aún siguen en sombras médicas y científicas, si bien el consenso literario apuesta por un factor genético, mientras otras voces apuntan a la perturbación del metabolismo local del ligamento periodontal.

Las rarezas de salud bucodental también abarcan al Síndrome de Beche y al Síndrome de Nance-Horan, dicho sea de paso. Así, mientras en la primera patología el sistema inmunológico del paciente considera mejor atacar a los capilares sanguíneos, provocando con esa acción la aparición de dolorosas aftas bucales y otras inflamaciones, con el segundo trastorno el detonante es un defecto en el gen NHS; toda una alteración cromosómica que regala a la persona aquejada unos dientes supernumerarios y con formas muy inusuales o, por el contrario, una ausencia de dientes, espacios amplios o dientes cónicos.

¿Sabía que hay enfermedades raras que, sin ser clasificadas del todo un peligro de salud bucodental, sí que acarrean una pérdida de las piezas dentales?

Y es que llegar a perder uno o varios dientes por influencia de una EERR es una de las consecuencias más habituales de una patología dental indirecta, ya sea porque las piezas dentales no se han podido desarrollar correcta y/o completamente, o bien porque los dientes al final se caigan o se fracturen.

En este sentido, es justo decir que la anodoncia es una de las enfermedades raras que afectan a la pérdida de los dientes, ya que su patología en sí implica la ausencia de uno o más dientes en la boca, y todo por causa de problemas genéticos.

Dificultades en los genes que, a su vez, por cierto, pueden derivar en pérdidas parciales, tener hipodoncia o agenesia u oligodoncia, llegando a una ausencia total.

Una anodoncia total que, lejos de responder a golpes o traumatismos, se debe más bien a que las piezas dentales nunca han llegado a formarse, básicamente.

La osteogénesis imperfecta, por su parte, se origina cuando hay cierto trastorno genético de por medio; una alteración que regala fragilidad y poca masa ósea a sus pacientes, provocándoles numerosas fracturas, razón por la que a este mal también se lo conoce como ‘enfermedad de los huesos de cristal’.

La última de las EERR de salud bucodental que vamos a citar es el Síndrome de Papillon Léfèvre, una enfermedad hereditaria realmente peculiar. Y es que produce hiperqueratosis en quien la padece, además de causarle una enfermedad periodontal precoz que viene acompañada de sangrados muy frecuentes e infecciones, tanto así que puede acarrear la pérdida final de uno o más dientes.

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