Por
Iván Gil para El Confidencial
22/03/2023 – 12:26
La segunda y última jornada de la moción de censura de Vox ha visualizado la consolidación de dos bloques políticos que determinarán la contienda electoral en este 2023. Los esfuerzos discursivos del PP por huir de esta política de bloques quedaron cuestionados con su abstención a la iniciativa de la formación de Santiago Abascal, al igual que las otras dos marcas regionalistas conservadoras: UPN y Foro Asturias. Frente a este bloque de la derecha, un Gobierno más cohesionado por el pegamento que supone el enemigo común unió sus votos de rechazo a los del resto de la Cámara. El resultado de la moción de censura, en la que no participaron todos los diputados, se saldó así con 53 votos favor (los correspondientes al grupo parlamentario de Vox y al exdiputado de Ciudadanos ahora en el Grupo Mixto, Pablo Cambronero), 91 abstenciones y 201 en contra.
«Aquí está la izquierda orgullosa de serlo», resumía un mitinero Patxi López, portavoz del grupo socialista. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, agradeció el voto de rechazo a quienes «comparten los avances sociales» del Ejecutivo y, «lógicamente, también la negativa tajante a que España vuelva 50 años atrás». En esta línea, volvía a poner en valor la garantía de «paz social», logrando «acuerdos con la mayoría de esta Cámara, que es plural y diversa». «Esto no es una sesión parlamentaria, es un mitin preparatorio de las elecciones del 28-M», lamentaba el candidato Ramón Tamames previamente en su réplica a los grupos parlamentarios, concluyendo desde su independencia de los partidos, pese a ser propuesto por Vox, que en la moción de censura se dibujaban «las dos Españas; la separación y la división».
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