Hoy 18 de septiembre se festeja la santidad de José de Cupertino. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), un total de 564.478 personas celebran su onomástica en España.
Nació en 1603 en Cupertino (Italia), en el seno de una familia pobre. Vino al mundo en un cobertizo, después de que su padre, carpintero, perdiera la casa familiar por no poder pagarla.
Siendo aún un niño perdió a su padre. Con 17 años intentó entrar como franciscano, primero, y luego como capuchino. En ambos casos fue rechazado, teniendo que volver a casa de su madre.
Esta, ante la falta de medios, intentó que un pariente que era franciscano acogiera en su convento a José como obrero. Tras varios meses trabajando allí, con un comportamiento y una bondad que no dejaron indiferente a nadie, fue admitido como religioso franciscano por votación unánime en 1625.
Ordenado sacerdote en 1628, se dedicó a tratar de ganar almas por medio de la oración y de la penitencia. Gracias a su facilidad para abstraerse durante la oración, alcanzaba el éxtasis de forma recurrente mientras oficiaba misa.

Celebró su última misa el día de la Asunción de la Virgen de 1663, un mes antes de su muerte. Durante el oficio, quedó suspendido en el aire, flotando, ante los ojos de muchos testigos.
Por ello tuvo que rendir cuentas ante el papa Urbano VIII, quien durante la comparecencia le vio entrar en éxtasis y levitar. Como también lo vio el Duque de Hanover, que era protestante, y tras el milagro se convirtió al catolicismo.
Fue canonizado el 16 de julio de 1767 por el papa Clemente XIII.
Otros santos
En esta misma fecha también es la onomástica de: Eumenio de Gortina, Eustorgio de Milán, Ferréolo de Limoges, Ferréolo de Vienne, Océano de Nicomedia, Senario de Avranches, Ricarda de Andlau y Domingo Trach.
El santoral católico se basa en el Martirologio romano, una suerte de enciclopedia que el Vaticano va actualizando mediante la reposición de nuevos santos tras su canonización.