Hoy 20 de agosto se festeja la santidad de Bernardo de Claraval. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), un total de 18.864 personas celebran su onomástica en España.
San Bernardo es, cronológicamente, el último de los Padres de la Iglesia. Y, al mismo tiempo, uno de los que más impacto ha tenido en ella.
Fundador del Monasterio Cisterciense del Claraval, entre otros, nació en el año 1.090 en Borgoña (Francia), en el seno de una familia noble. Sus padres eran los señores del Castillo Fontaines-les-Dijon. Tenía siete hermanos. Todos fueron educados con una excelente formación en latín, literatura y religión.
Una noche de Navidad, mientras se quedaba dormido, le pareció ver al Niño Jesús en Belén en brazos de María. Esa visión cambió su vida para siempre. Desde entonces, solo pensó en consagrarse a la religión. En contra de la opinión de su familia, fue al convento de monjes benedictinos llamado Cister, y pidió ser admitido. Con él, la Orden del Císter se expandió por toda Europa.
Participó en los asuntos más relevantes de la iglesia. Como el cisma de Anacleto II o la segunda Cruzada.
Fue declarado Santo en 1173 por el Papa Alejandro III. Posteriormente, fue declarado Doctor de la Iglesia.
Además de a san Bernardo de Claraval, el santoral católico celebra también la santidad de: Burcardo de Worms, Cristóbal de Córdoba, Filiberto de Tournus, Leovigildo de Córdoba, María de Mattias, Máximo de Chinon y Samuel.
El santoral católico se basa en el Martirologio romano, una suerte de enciclopedia que el Vaticano va actualizando mediante la reposición de nuevos santos tras su canonización.
