Hoy 24 de octubre el santoral de la Iglesia católica festeja a san Antonio María Claret. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), un total de 3.597 personas celebran su onomástica en España.
Antonio Claret y Clará nació en Sallent (Barcelona, España) el 23 de diciembre de 1807. Fue el quinto de 11 hijos; sus padres fueron Juan Claret y Josefa Clará. La mala salud de su madre provocó que Antonio fues cuidado por una nodriza en Santa María de Olot. Según la tradición, un noche que Antonio se quedó la casa de sus padres, la de la nodriza se hundió y todos los que allí se hallaban fallecieron en el accidente. Para Claret aquello supuso una señal de la providencia.
Antonio dio muestras de inteligencia y buen corazón ya desde sus primeros años. En ese tiempo una debilidad para él eran los libros, los cuales devoraba.
La adolescencia la pasó en el taller de su padre, donde pronto llegó a ser maestro textil. Con la disculpa de seguir mejorando profesionalmente, convenció a su padre para que lo dejara ir a estudiar a Barcelona. Allí se matriculó en la Escuela de Artes y Oficios de la Lonja. Trabajaba de día y estudiaba de noche.
Pero con el paso de los años, los telares se pararon en seco. Antonio fue entonces a consultar a los oratorianos de San Felipe Neri. Así tomó la decisión de hacerse cartujo. Su decisión de ser sacerdote llegó a oídos del obispo de Vic, monseñor Pablo de Jesús Corcuera, que quiso conocerle. Antonio salía de Barcelona a principios de septiembre de 1829 camino de Sallent y Vic. Tenía 21 años y estaba decidido a ser sacerdote.
Vida sacerdotal
Según la tradición, el 13 de junio de 1835, el obispo de Solsona, Fray Juan José de Tejada, ex-general de los Mercedarios, le confería el sagrado orden del Presbiterado; tenía 27 años. Su primera misa la celebró en la parroquia de Sallent el día 21 de junio, con gran satisfacción y alegría de su familia. Su primer destino fue precisamente Sallent, su ciudad natal.
Años más tarde, el 16 de julio de 1849, fundaba a las tres de la tarde, en una celda del seminario de Vic, la Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María. Tenía 41 años. «Hoy comienza una gran obra», se dice que dijo en aquel momento.

San Antonio era un verdadero místico. Varias veces se le vio en estado de profundo ensimismamiento ante el Señor. Un día de Navidad, en la iglesia de las adoratrices de Madrid, dijo haber recibido al Niño Jesús en sus brazos.
Viajo evangelizando por todo el mundo, hasta sus últimos días. El 8 de octubre de 1870 recibió los últimos sacramentos e hizo la profesión religiosa como Hijo del Corazón de María, a manos del P. Xifré.
Falleció el 24 de octubre, a las 8:45 de a mañana, con todos los religiosos arrodillados a los pies de su cama. Tenía 62 años.
Su cuerpo fue depositado en el cementerio monacal con una inscripción de Gregorio VII que rezaba: «Amé la justicia y odié la iniquidad, por eso muero en el destierro». Fue proclamado santo por Pio XII el 7 de mayo de 1950.
Otros santos
Además de a san Antonio María Claret, el santoral católico celebra también la santidad de: Aretas, Evergislo de Tongres, Fromundo de Coutances, José Baldo, José Le Dang Thi San Maglorio de Dol, Martín de Vertou, Proclo de Constantinopla y Senoco de Tours.
El santoral católico se basa en el Martirologio romano, una suerte de enciclopedia que el Vaticano va actualizando mediante la reposición de nuevos santos tras su canonización.