Las trabajadoras del servicio de atención domiciliaria de Sacyr han denunciado a la empresa por el maltrato que reciben los pacientes que necesitan de ayuda en su casa.
«De la vulnerabilidad del paciente a tener una plantilla sumisa, eso es lo que padecen», asegura una de las trabajadoras.
La privatización del servicio que se solicita desde el ayuntamiento de Sevilla hace que los ancianos no estén bien porque cada día les atiende una persona distinta. Estas variaciones, acusa una de las pacientes, hace que se sientan, si cabe, más vulnerables.
La empresa constructora Sacyr es la propietaria de este servicio, algo insólito si hablamos de cuidados al mayor. Para el sindicato CGT la entrega del servicio de atención en domicilio a empresas dedicadas a la construcción les convierte en mero instrumento de lucro porque descuidan el SAD y las personas dependientes.
Por otro lado, denuncian los salarios precarios y la situación de inestabilidad laboral por los horarios y los sueldos que reciben. Las opacidades de las nóminas, los salarios base irregulares y los excesos en cuanto al horario hace que las trabajadoras busquen otros empleos.
