Como una hidra de seis cabezas —proteica, multiforme e inconcebible— se mueven seis hombres —gráciles y brillantes— que recorren el escenario a lo largo de los siglo dispuestos a exhibir, inquirir y, tal vez, perturbar mientras, sin concesiones, ofrecen al espectador sus concepciones y prejuicios (visibles, ignorados y ocultos) en lo que respecta al sexo, género y la identidad.
Merece la pena resaltar que Jose de Vicente, Adrián Justel, Manuel Minaya, Álvaro Pérez de Muñoz, Jorge Vidal y Nacho Zorrilla plantan y dan la cara a unos exigentes papeles que les exigen ser full monties y escuela de mandarines, unos papeles que exprimen su vulnerabilidad y su cinismo, que les hacen estar en carne viva y con la piel en llamas, que les piden no aflojar, ni rendirse —ni en un gimnasio, ni en un tribunal, ni en un karaoke— serán, son, victimas y sicarios, maridos despojados y Ofelias derrotadas, sanedrín de fariseos y banda de matones.
Merece la pena a Silvia Nieva, Isabel Pamo y Lorena Toné, hamlets furiosas y enajenadas, príncipes altivos e inteligentes, nobles valientes y altaneras que estallan, poseídas e iluminadas, en aluvión y goteo, como si fueran las lagartas —firmes y poderosas— que habitan una casa.
Merece la pena destacar a Pedro Martínez, dueño y señor de todo esto, como jefe de pista, Maestresala y programa de mano pausa y concreta, deslinda y guía, enfurece e inspira mientras lleva a su grey a lo largo de los siglos y las creencias, las sabidurías y las certezas, los pies de plomo y los pies de barro, las bendiciones y las maldiciones de eso tan escurridizo y volátil, tan incierto y agresivo, tan oscuro y sombrío, que significa, ha significado y ¿significará? Ser un hombre; o, tal vez, solo ser o no ser.
Teatro Nueve Norte (Madrid): miércoles a las 20 horas
Ficha artística
Autoría y dirección: Pedro Martínez
Asistencia a la dirección artística: Luis Mayo
Interpretación: Jose De Vicente, Adrián Justel, Pedro Martínez, Manuel Minaya, Silvia Nieva, Isabel Pamo, Álvaro Pérez de Muñoz, Lorena Toné, Jorge Vidal y Nacho Zorrilla
Diseño de iluminación y escenografía: Pedro Martínez y Luis Mayo
Una propuesta de Casa Lagarta