Mientras comienza la cuenta atrás para el momento en el que todo se acaba , Lorena, la encargada de apretar el botón que de la señal para que arranque y asole la estampida se deja ir mientras extiende, con melancolía disfrazada de sonrisa, la mano al público y nos deja acompañarla.
Lorena es Raquel, Raquel Cordero.
Raquel, Raquel Cordero es Lorena y no, no puede ser de otra forma.
Tengo para mí que Antonio Zancada es más que consciente y le ha provisto a Lorena de todas las palabras que se le hubieran ocurrido a Raquel mientras espera el tic tac fatal : las cosas no dichas, las cosas mal hechas, las bienaventuranzas de una vida, las mal andanzas de otra vida, los porqués y los porqué no, el sentido de la nada y el sinsentido de todo, la destrucción de la salvación y todo al revés.
Raquel Cordero se apodera de todo lo que Zancada tiene para darle e inicia un soliloquio entre el burlesque y el monólogo mientras chaplinesca y empoderada, lúcida y sarcástica, triste y radiante, desnuda su corazón y sus tripas con la urgencia de quien sabe que el tiempo se acaba y que no hay palabra que no deba quedar —limpia, clara y sincera— sin decir.
Teatro Nueve Norte (Madrid): jueves a las 20 horas
Ficha artística
Reparto: Raquel Cordero
Texto y dirección: Antonio Zancada
Todo lo demás, que es una locura: Producciones Inauditas