Y van y aparecen, y van y comparecen ante quien quiera escucharlas, ante quien quiera hacerles compañía, ante quien quiera estar a su lado. Son dos amapolas —dos lindísimas amapolas— dos viejecitas extravagantes y mihurianas, que están a dieta de melocotones en almíbar y forman extrañas familias.
Son adorables, deslenguadas y socarronas, se columpian en mecedoras y toman carrerilla en su mesa camilla desde donde elaboran, a pachas, ensoñaciones y disparates.
Sus alias son Mila y Luisa pero se llaman, en cuerpo y alma, Rocío Solís y Alejandra Guiol, son cómplices y camaradas, se han querido desde siempre y se han amado desde hace más, mucho más.
Josi Alvarado ha escrito su historia con la precisión y emotividad de un sustanciero que destila lo importante, lo sabroso y lo sentimental y —aunque ni Rocío Solís y Alejandra Guiol guarden turno, ni pidan la vez— Celia Morán les ha cogido el tranquillo para marcarles el paso, llamarles al orden y susurrarles que ni pisen el freno y adelanten por la derecha.
Y es que son capaces de estallar edificios y echar la culpa a Mame, son elásticas, divinas e imposibles como si se hubieran escapado de una película de dibujos animados para amasar la realidad a su antojo y moldear las certezas como caprichos mientras bailan —exultantes y melancólicas— el corro de la patata alrededor de sí mismas, tan ingenuas y sinceras como si se acabasen de conocer.
Y así es; y así debe ser.
Teatro Nueve Norte (Madrid): jueves a las 20 horas
Ficha artística
Dramaturgia Josi Alvarado
Dirección Celia Morán
Actrices Rocío Solís y Alejandra Guiol
Diseño de iluminación Jose W Paredes
Productora ArteYo Producciones