Inquieta pero firme, decidida y pensativa, determinada y complaciente Paula Quintana se estira y desdobla, llega hasta sus límites, mira hasta su alcance, comprueba y se asegura.
Atrás quedan calambres e inseguridades, cosquillas y dudas, escorzos y temblores. Ahora Paula Quintana se ha convertido, dibujada por Carla Nyman, en Salomé.
Y Juan el Bautista acaba de morir y ella, autosuficiente y plena, le absorbe y le asume, le hace suyo, le hace propio. Le genera y regenera. Le lleva a ese lugar sin tiempo donde conviven y pueden hablar vivos y muertos.
Como una prestigiadora, Salomé hace aparecer y desaparecer a Juan. Es suyo, es parte de ella, no desaparece.
Como una saltimbanqui, Salomé hace volatines y revueltas con Juan. Es suyo, le lleva dentro ha comido sus vísceras y mascado su corazón.
Salomé y Carla y Paula están empoderadas y son vehementes, no levantan la voz porque saben lo que quieren, no aflojan la sonrisa porque saben lo que desean, no bajan la vista porque saben dónde mirar.
Carla o Paula o Salomé, tanto da, son títeres que han cortado sus hilos, autómatas que se dan cuerda a si misma u hologramas dueñas y señoras de sus píxeles.
Carla o Paula o Salomé, tanto da, hipnotizan y seducen, firmes e intensas, como vampiras felices han sorbido bilis y han mascado vesícula, llevan su pasado —vuelto hoy y vuelto mañana— dentro de ellas: sin asco ni bendición, sin fortuna ni maldición, sin ciencia ni certeza.
Sala Nave 73. X Muestra de creadores escénicos Surge Madrid
Ficha artística
Autoría y dirección Paula Quintana y Carla Nyman
Dramaturgia Carla Nyman
Interpretación y coreografía Paula Quintana
Artista audiovisual Tamara Brito de Heer