Y nunca habían sonado así. Los versos de siempre, los versos de entonces. Los versos trillados y sabidos suenan nuevos, suenan como Bécquer pidió que se oyesen.
Ahora son versos de crepúsculo e iluminación, son versos que se hacen deshaciéndose, son versos evanescentes e íntimos, son versos que son himno y rogativa.
Raul Losánez ha desnudado la poesía de Gustavo Adolfo Bécquer para dejarla limpia y sencilla en toda su pureza verdad y la ha entregado a Ana contreras para que disponga música y canción, luz y ritmo, danza y sombra como un tapiz hipnótico por el que se deslizan, evanescentes y leves, musa y trovador.
Así, Beatriz Argüello, cierta y lejana, firme e inasible, será la inspiración que baila y deslumbra y recita a un cautivado y perplejo David Luque que dice para ella los versos de ayer, los de entonces, los de ahora. Mientras Jorge Bedoya rehace el silencio en cascadas y Raquel Riaño lo rehace en canción.
Libres, poderosos y magnéticos, todos trenzan, como fantasmas de niebla y luz, una ceremonia magnética y fascinante, seductora y sensual, austera e implacable, que no puede por menos que dejar a cada persona del público, muda, absorta y de rodillas; como poetas que adoran ante un altar.
Teatro Fernán Gómez Sala Jardiel Poncela . Hasta el 12 de noviembre.
Ficha artística Textos: Gustavo Adolfo Bécquer
Versión y dramaturgia: Raúl Losánez
Dirección: Ana Contreras
Con: Beatriz Argüello, David Luque, Jorge Bedoya (piano) y Raquel Riaño (voz)
Composición musical: Jorge Bedoya
Composición de canciones: Raquel Riaño
Escenografía y vestuario: Lara Contreras y La Otra Arcadia
Iluminación: Ana Contreras
Técnica de iluminación y sonido: Jaione Azkona
Prensa: Manuel Benito
Producción: La Otra Arcadia