Tiroides, esa glándula que regula nuestras hormonas

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Human thyroid anatomy. 3d illustration

Muchas son las creencias que giran en torno a la glándula tiroides, unas erróneas y otras acertadas. Pero ¿sabe realmente cuál es su función y utilidad?

Como cada 25 de mayo desde el 2008, el Día Mundial de la Tiroides conmemora la importancia de tomar conciencia sobre la trascendencia de esta glándula en el organismo y su indudable utilidad, subrayando cómo un mal funcionamiento de la glándula suele impactar negativamente en la salud.

¿Qué es la tiroides?

Ubicada en la base del cuello, justo delante de la laringe, la tiroides es una glándula endocrina que se reconoce a ojos vista por su forma de mariposa, tal y como detallan desde la Sociedad Española de Endocrinología (SEEN).

Se trata de una glándula tan relevante para el buen funcionamiento del organismo que resulta hasta vital, marcando con su actuación el reloj corporal de una persona, pues afecta al metabolismo, a la frecuencia cardíaca, a la producción de su energía e incluso a la temperatura del cuerpo.

Entre sus funciones se encuentra la de concentrar el yodo y, con ello, producir las llamadas T4 y T3, hormonas tiroideas que se almacenan para volcarse más adelante al torrente sanguíneo, dispersándose así por todo el organismo, mientras regulan el crecimiento y desarrollo, la producción de calor, la reproducción, el funcionamiento de los distintos órganos y sistemas… amén de encargarse de otros procesos metabólicos.

La tiroides es imprescindible en todo ser humano, no importa la etapa biológica en el que se encuentre, siendo tan decisivo cuando se le concibe como cuando vive su momento de vejez. Por ello, que las hormonas tiroideas sufran alguna alteración implica consiguientemente la aparición de diversos síntomas.

Ahora bien, son signos tan diversos y comunes que tienden a confundirse con otras enfermedades de origen gastroenterológico, cardiológico y hasta psiquiátrico, retrasando así el correcto diagnóstico de la verdadera enfermedad.

¿Cómo repercute en la salud un mal funcionamiento de la tiroides?

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en torno a 750 millones de personas en el mundo padecen de alguna patología vinculada a la tiroides, siendo que el 60 por ciento de ellas desconoce su condición clínica.

Se dice, asimismo, que los problemas de salud en la tiroides afectan a las mujeres, mayormente, aunque hay casos en que se da en las personas mayores.

«Las enfermedades tiroideas pueden afectar el funcionamiento de la glándula ocasionando hipotiroidismo (cantidad insuficiente de hormonas tiroideas) e hipertiroidismo (exceso de hormonas tiroideas)», tal y como explican desde la Sociedad argentina de Endocrinología y Metabolismo (SAEM), añadiendo que «estos trastornos pueden ser de origen autoinmune, aunque hay otras causas».

La entidad señala que «la glándula puede afectar su anatomía, produciendo aumento de su tamaño en forma global o en forma de nódulo único o múltiple, ocasionando en la minoría la posibilidad de cáncer de tiroides».

¿Traducción? Que cuando los niveles hormonales de la tiroides están bajos, enseguida los procesos corporales empiezan a funcionar con lentitud, generando a veces lo que se ha denominado hipotiroidismo, conocido como la producción inadecuada o el aprovechamiento erróneo de las hormonas, así como de las sustancias que elabora la glándula tiroidea.

Esto se manifiesta en forma de constipación, intolerancia al frío, mucho sueño, decaimiento, cansancio, sequedad de la piel, dificultad para mantener el habitual peso corporal, e incluso en una hinchazón de los párpados, especialmente al despertar.

Además, una alteración de la tiroides puede degenerar en una impotencia sexual, en el hombre, en ciertas irregularidades de la menstruación, en el caso de las mujeres; y en una infertilidad en ambos sexos… y eso por mencionar unas pocas consecuencias.

Entre las causas más frecuentes del hipertiroidismo se encuentra la Enfermedad de Graves, de carácter autoinmune, seguido de cerca por la tiroiditis subaguda e inflamatoria, y la Enfermedad de Plummer, más conocido como el nódulo tiroideo productor de hormonas tiroideas.

Dicho en palabras de Virginia Busnelli, doctora y especialista en nutrición, y directora del Centro de Endocrinología y Nutrición CRENYF, «cuando los niveles de hormona tiroidea están bajos, los procesos corporales comienzan a funcionar con lentitud y usted podrá notar que siente más frío y se fatiga más fácilmente; que su piel se reseca, que tiene tendencia a olvidarse de las cosas y a encontrarse deprimido, y también comienza a notar estreñimiento».

¿Entonces, cuál es la manera infalible de verificar si una persona tiene hipotiroidismo? Haciéndose las pruebas de sangre, únicamente. Cabe señalar, en este punto, que el hipotiroidismo no se puede curar, aunque sí es posible llegar a controlarlo. Todos sus síntomas, en cualquier caso, se normalizan con el tratamiento de la hormona tiroidea.

Decir, por último, que no existe un tratamiento único que sea igual de válido y el mejor para todas esas personas que padecen de hipertiroidismo. Y es que existen ciertas condiciones médicas que influyen en el tratamiento sanitario prescrito, como puede ser la edad, la severidad de la patología y el tipo de hipertiroidismo; todo ello son factores que pueden afectar a la salud, determinando si usar drogas antitiroideas en unos casos, u optar por la cirugía o por el yodo radioactivo, en otros.

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