Son muchos los alimentos que contienen los aportes substanciosos de la vitamina C, cierto, si bien es justo decir que estos trece rebosan con creces la reserva.

Es una de las vitaminas más conocidas y, sin embargo, muchos ignoran siquiera para qué sirve. Hablamos de la vitamina C, por supuesto, y en el presente artículo vamos a presentarles de qué pie cojea y por qué es tan importante para la salud.

¿Qué es la vitamina C?

A diferencia de otros nutrientes, que pueden almacenarse en el organismo, la vitamina C no permite esta opción y se obtiene mediante la ingesta de los alimentos que la contienen, únicamente; de hecho, el cuerpo ni siquiera la produce. Esencial para que el organismo funcione como es debido, es una clave fundamental de toda dieta saludable y equilibrada. Según informan desde la FEC o Fundación Española del Corazón:

«La vitamina C o ácido ascórbico es un nutriente esencial del organismo, que contribuye en la formación de colágeno, en la cicatrización de las heridas, en la función inmune y en la síntesis de neurotransmisores». Hablamos, por tanto, de «un importante antioxidante que bloquea la acción perjudicial de los radicales libres».

La vitamina C, en suma, ofrece muchas ventajas que van más allá de su efectividad en el sistema inmunológico; y es que interviene en la regulación de la resistencia capilar y ósea, protege las mucosas, combate el envejecimiento de la piel, repele la falta de energía, previene la oxidación de las células, cuida de la salud bucodental, y fortalece al organismo frente a las infecciones.

Alimentos con gran contenido en Vitamina C

¿Cuáles son los alimentos que más vitamina C aportan?

Como ya hemos señalado antes, el cuerpo no cuenta con capacidad para generar por sí mismo este nutriente… y ni aun con toda la ayuda del mundo puede almacenarla en su interior. Lo que por tanto exige adquirirla mediante otros recursos externos, véase ciertos productos específicos.

De esta forma, y teniendo en cuenta la opinión de los especialistas, comer tanto frutas como verduras es apostar por este nutriente, ya que representan el 90 por ciento de la fuente que el cuerpo tiene para beneficiarse de la vitamina C. Un aporte alimenticio que exige cierta cantidad mínima de consumición según la edad, entre 20 y 60 miligramos diarios para los niños, siendo 60 mg por cada 100 gramos la medida estándar aconsejada para los adultos.

En este sentido, la crema de col y patata es uno de los platos más ricos en vitamina C, según los expertos, igual que la ensalada de kiwi y naranja, aunque si se consigue comer cinco piezas al día de frutas y verduras ya se estaría cumpliendo con la ingesta recomendada, ciertamente. Desde FEC lo tienen muy claro.

«Aunque siempre se ha considerado a los cítricos, destacando la naranja, como una fuente rica en vitamina C, y es cierto, también existen otros vegetales o frutos ricos en esta vitamina, y que además pueden aportar dosis más elevadas».

Es el caso del perejil, que exige tomar 200 mg para que el cuerpo reciba la justa medida de vitamina C que requiere, o el pimiento, ya sea verde o rojo, que brinda 120 mg por cada 100 gramos de su ingesta.

La col de Bruselas, por su parte, también aporta cientos de gramos de vitamina C, e igual de ricas en este vitamínico se muestran los kiwis y la papaya, la coliflor y el col, el pomelo y el tomate, los berros y las fresas y la caballa.

¿Cómo repercute en la salud la deficiencia de la vitamina C?

La importancia de este nutriente se mide en cómo su ausencia o carencia repercute negativa y notablemente en la salud. Según señalan desde la FEC, todo puede quedar en un dolor muscular y articular o, por el contrario, ir más allá, presentando hemorragias espontáneas en las encías y en la piel; asimismo, la mala salud cardiovascular es un indicativo de que el organismo anda falto de vitamina C, y lo mismo ocurre si se desata la enfermedad del escorbuto, el cual empieza con una debilidad y va a peor, pasando por anemia y gingivitis y hasta hemorragias cutáneas.

Por otra parte, el déficit de vitamina C guarda una estrecha relación consecuente con las probabilidades de sufrir insuficiencia cardíaca; o eso demostró un estudio realizado por investigadores británicos y alemanes, quienes afirmaron que «aquellas personas que poseen un nivel más elevado de vitamina C en el plasma presentan menos factores de riesgo cardiovascular, y además tienen menos probabilidad de sufrir insuficiencia cardiaca».

Unas aseveraciones que lanzaron tras medir la concentración de vitamina C en el plasma, primero, para luego registraron la prevalencia de insuficiencia cardiaca, analizando para ello a un total de 9.187 hombres y 11.112 mujeres residentes en Reino Unido; y cuya edad, por cierto, oscilaba entre los 39 y los 79 años.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí