Presentada como una peligrosa alianza entre la gripe, la Covid-19 y el VRS, la tripledemia amenaza con colapsar el sistema sanitario en esta temporada otoñal.
Tanto el SARS-CoV-2 como el virus de la influenza y el virus sincitial respiratorio (VRS) representan tres de los más grandes patógenos del momento. Sus enfermedades discursan por caminos separados y, sin embargo, pueden convergir a la vez en una persona. Una posibilidad que preocupa a los sanitarios, desde luego, que temen que con la suma de estos contagios y transmisiones el sistema sanitario vuelva a colapsar.
¿Qué es la tripledemia?
Se trata de una epidemia con carácter propio, resultado de unir conjuntamente y en un mismo diagnóstico de paciente al coronavirus, a la gripe y al VRS. Una posibilidad epidemiológica que los propios expertos calificaron y que ven cada vez más cerca, impulsada por la retomada socialización y por la eliminación de gran parte de las restricciones impuestas por la Covid-19.
Tanto es así que, de hecho, los epidemiólogos ya han empezado a advertir sobre esta triple amenaza, poniendo énfasis en los peligros que puede suscitar y conllevar de cara al invierno. Tal es el caso de Joan Caylà, mismamente, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), quien ha aclarado el asunto.
«Es previsible que aumenten los casos de los tres virus, tanto de la covid como de la gripe o el VRS, en las próximas semanas», aseguró, haciendo referencia a la tripledemia que se avecina. «En España aún no hemos entrado en una nueva ola de covid porque, a diferencia de países como Francia o Alemania, aquí la temperatura sigue siendo parecida a la de verano».
Una ventaja que, sin embargo, pronto desaparecerá, tal y como ha admitido el propio facultativo; «una vez entrado noviembre y con más frío, los datos por coronavirus se dispararán». Un escenario que también ocurrirá con la gripe, que «volverá a unos niveles similares a los de antes de la pandemia».
Una suma de circunstancias que «puede generar una triple epidemia», al agregarle el avance del VRS. A este respecto, el experto ha admitido que el impacto de esta tripledemia dependerá en gran parte de «la estrategia de comunicación realizada por Salud Pública», pero también de cómo la población acabe integrando en su día a día las medidas preventivas. A su juicio, «es fundamental que la población integre, especialmente en esta época del año, la mascarilla», más allá de llevarlo en los lugares aún obligatorios, se entiende.
Ahora bien, ¿la tripledemia llegará a colapsar los hospitales?
En opinión de este epidemiólogo, la posibilidad está ahí, muy presente y muy latente. Y es que, si no se incentiva la vacunación ni las demás medidas preventivas, tanto los hospitales como otros centros de salud volverán a revivir la pesadilla experimentada en los momentos más crudos de la pandemia. La alerta del experto en este punto es bastante clara y concisa.
«Gracias a estos dos elementos el impacto puede ser mínimo, pero si se actúa como si no existiría ninguno de estos tres virus, volveremos a repetir el mismo error de otras veces». Por lo que sí, «si no se incentivan las medidas preventivas como el uso de mascarilla o la vacunación, se colapsarán nuevamente los hospitales».
Un punto de vista que concuerda prevención a prevención con la que ha expuesto María del Mar Tomás, por cierto, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).
En admisión de sus propias palabras, el próximo invierno habrá «un número importante de gripe A en España y también de coronavirus, debido a sus múltiples variantes». Y si bien nada está escrito en piedra, la portavoz de SEIMC considera que no se llegarán a producir nuevas olas de ninguno de estos virus, y menos similares a las vividas anteriormente, aunque «nada lo puede predecir».
A su entender, «las vacunas pararán la propagación de ambos virus y no se esperan grandes olas, aunque todo dependerá del porcentaje de vacunación». Y es que la llegada de esta tripledemia ha quedado más clara que nunca, y demostrado que «no todo es covid», poniendo de manifiesto que, actualmente, no queda más remedio que convivir con otros virus.