Altamente eficaz, con un precio asequible y fabricado en los laboratorios de Janssen, ‘Ponvory’ es la nueva apuesta de Sanidad contra la esclerosis múltiple.
Tras conseguir no hace mucho la aprobación del fármaco Tremfya por parte de Sanidad, para la psoriasis en placas y la artritis psoriásica, la compañía americana de Janssen apostó meses después por lograr lo mismo con su primera CAR-T o Carvykti, dirigida al mieloma múltiple, acertando a llevarse el visto bueno del Comité Técnico de la Agencia Europea del Medicamento (CHMP, por sus siglas en inglés).
Ahora, el laboratorio farmacéutico ha hecho triplete de luz verde con la financiación, por parte del Sistema Nacional de Salud de España, de un fármaco pensado exprofeso para la EMR, la esclerosis múltiple recurrente.
¿En qué consiste esta nueva apuesta contra la EMR?
Orientado a combatir la esclerosis múltiple de aquellos adultos con formas recurrentes de la EM, esta semana el Ministerio de Sanidad ha dado luz verde a la aprobación y financiación de un fármaco de Janssen denominado ‘Ponvory’, también conocido como ‘ponesimod’.
Se trata de un medicamento de administración oral que se ha presentado en el mercado como un fármaco de alta eficacia, y cuyo atractivo lo completa su coste total, de primera línea, o así figurará próximamente en la Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos.
Bajo la forma de una terapia oral ampliamente valorada por 1.133 pacientes adultos participantes de un ensayo, ‘Ponesimod’ es un fármaco contra ciertas formas de esclerosis múltiple recurrente que se administra una vez al día en una cantidad de 20 mg, y cuyos datos arrojan una lectura positiva para dicha patología.
En su ensayo fase 3 OPTIMUM colaboraron más de mil personas, hombres y mujeres adultos de entre 18 y 55 años, pertenecientes a España y otros 27 países más. Una fase de estudio diseñada adrede para evaluar la eficacia y la seguridad de ponesimod oral, buscando captar la diferencia de sus efectos frente a teriflunomida, otro fármaco oral consumido entre adultos y pensado para la EMR, compuesto de una sola dosis diaria y de una cápsula de 14 mg.
¿La buena noticia? Que ninguno de los estudios a los que se ha sometido al fármaco han detectado cualquier señal de alarma; es más, se ha constatado, de hecho, que la molécula posee una gran capacidad para revertir la cifra de linfocitos en solo 7 días, conduciéndolo con cuidado a la normalidad.
«El tratamiento no lo indicaría para personas embarazadas o personas que quieran quedarse en un plazo muy cercano de tiempo», detalló al respecto Xavier Montalbán, jefe del Servicio de Neurología del Vall d’Hebron.
Otro beneficio probado de este medicamento contra la esclerosis múltiple recurrente es su capacidad para reducir significativamente el grado de atrofia cerebral; propiedad que permite atajar las denominadas LAUC, es decir, lesiones activas únicas combinadas, tal y como se reveló en una de las resonancias magnéticas cerebrales del trabajo de investigación del fármaco.
«Ponesimod es un tratamiento de alta eficacia con grandes ventajas», defendió la jefa de Sección de Neurología del Hospital Clínico San Carlos, la doctora Celia Oreja-Guevara, indicando que es «porque comenzar a tratar pacientes con este tipo de medicamentos desde el principio mejora la calidad de vida de pacientes con mal pronóstico».
Una patología hambrienta de tratamientos
Con 2,5 millones de afectados en todo el mundo y 47.000 en España, exactamente, la esclerosis múltiple es irrevocable y no tiene cura, actualmente, razón por la cual las investigaciones científicas representan el mejor método para lograr que la calidad de vida de sus pacientes se vea mejorada, estudio a estudio, ensayo a ensayo.
Conocida también por la abreviatura de su nombre, ‘EM’, se trata de una enfermedad neurológica del cerebro y la médula espinal, con carácter autoinmune, degenerativo y progresivo. Un trastorno crónico, incurable, con un desenlace variable que ni los médicos pueden predecir, y que desde que se genera acompaña hasta la muerte a quien lo padece, condicionando su día a día y dándole una expectativa de vida casi normal.
Sus síntomas y manifestaciones son muy dispares, eso sí, con mil caras y mil formas diversas, con señales que además varían de una persona a otra, siendo las mujeres el sexo más aquejado por esta afección. Segunda causa de discapacidad, primero, e incapacidad, después entre los jóvenes, la esclerosis múltiple obliga a enfrentarse a los llamados ‘síntomas invisibles’, como el dolor, la fatiga, las alteraciones sexuales, los problemas urinarios y la confusión mental.
Este tipo de síntomas son difíciles de tratar porque no hay escalas claras y suelen ser muy incapacitantes para las personas diagnosticadas con la EM. A ello se suma que desata una serie de síntomas físicos y clínicos que condicionan drásticamente el estilo de vida del paciente, arrimándole a unas barreras invisibles pero perceptibles, tan indeseadas como impuestas, que dificultan la vida diaria y a veces toman forma de soledad, aislamiento y trastornos emocionales.
Por ello se dice que entre los retos del futuro de la esclerosis múltiple figura el desafío de conseguir nuevos tratamientos que restauren las funciones que la persona aquejada ha perdido, por la tarea de hallar nuevas moléculas que hagan frente a sus síntomas invisibles, y, asimismo, por la ardua tarea de convencer a la sociedad sobre la importancia de la rehabilitación en este tipo de pacientes.