La Vanguardia. 4 de marzo de 2023
A medida que convivimos con un animal de compañía como un perro o un gato vamos descubriendo sus peculiares formas de hacerse entender cuando quieren transmitirnos algún mensaje: ladrar o maullar, yendo hasta el bol de comida si tienen hambre o a la puerta si quieren salir.
Nuevas formas de comunicación. Sin embargo, a veces se ven obligados a cambiar su manera de expresarse si la que usan habitualmente no les funciona, tal y como le ha sucedido a un gato que ha aprendido a comunicarse con signos al ver que su dueño sordo no capta los maullidos.
A medida que convivimos con un animal de compañía como un perro o un gato vamos descubriendo sus peculiares formas de hacerse entender cuando quieren transmitirnos algún mensaje: ladrar o maullar, yendo hasta el bol de comida si tienen hambre o a la puerta si quieren salir.
Nuevas formas de comunicación. Sin embargo, a veces se ven obligados a cambiar su manera de expresarse si la que usan habitualmente no les funciona, tal y como le ha sucedido a un gato que ha aprendido a comunicarse con signos al ver que su dueño sordo no capta los maullidos.