Un poema: Pasan las horas

0

Pasan las horas de hastío 
por la estancia familiar 
el amplio cuarto sombrío 
donde yo empecé a soñar. 
Del reloj arrinconado, 
que en la penumbra clarea, 
el tictac acompasado 
odiosamente golpea. 
Dice la monotonía 
del agua clara al caer: 
un día es como otro día; 
hoy es lo mismo que ayer. 
Cae la tarde. El viento agita 
el parque mustio y dorado… 
¡Qué largamente ha llorado 
toda la fronda marchita!

Antonio Machado

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí