Vosotros, que surgiréis del marasmo
en el que nosotros nos hemos hundido,
cuando habléis de vuestras debilidades,
pensad también en los tiempos sombríos de los que os habéis escapado.
Cambiábamos de país como de zapatos a
través de las guerras de clases, y nos
desesperábamos donde sólo había
injusticia y nadie se alzaba contra ella.
Y sin embargo, sabíamos que también el
odio contra la bajeza desfigura la cara.
También la ira contra la injusticia pone ronca la voz.
Desgraciadamente, nosotros, que queríamos preparar el
camino para la amabilidad no pudimos ser amables.
Pero vosotros, cuando lleguen los tiempos en que el hombre
sea amigo del hombre, pensad en nosotros con indulgencia.
Bertolt Brecht