La pobreza en España sigue su aumento imparable desde hace diez años dado que una de cada doce personas tiene carencia material severa, más del doble que antes de la crisis financiera de 2007 e incluso por encima de la crisis de 2015 según apunta los datos del INE analizados por Focus on the Spanish Society editada por Funcas,
La tasa de carencia material severa determina el porcentaje de la población que carece, al menos, de cuatro ítems de una lista de nueve bienes y actividades cuyo acceso se considera hoy en día esencial para el bienestar individual. Se trata de un indicador de vulnerabilidad grave, cuyo análisis cobra importancia en un contexto de crisis sucesivas y fuerte aumento de la inflación.
Uno de los conceptos incluidos en el indicador de carencia material es la capacidad de mantener la vivienda a una temperatura adecuada. Según Funcas, la fuerte subida de los precios de los alimentos desde 2021, agravada por la guerra en Ucrania, también puede haber afectado a los hogares más vulnerables
En 2022, el 5,4% de la población afirmaba no poder permitirse carne, pollo o pescado al menos cada dos días, proporción superior a la de 2021 (4,7%), pero inferior a las observadas no sólo en muchos países de Europa del Este, sino también en Alemania (11,4%), Grecia (10%), Francia (9,5%) e Italia (7,5%).