Cada 14 de noviembre se celebra el día mundial de la diabetes y los pacientes hoy constatan que una dieta baja en carbohidratos podría prevenir muchas muertes en el futuro.
Juan Francisco Perán, presidente de la FEDE, Federación Española de Diabetes, mantener una buena adherencia al tratamiento podría prevenir muchas de las muertes; estamos hablando de hasta 18.400 muertes del total de 25.000 que se originan en un año.
Tal y como ha informado el titular de la FEDE, una correcta educación —lo que también implica el seguimiento escrupuloso de unos hábitos de vida saludable— podría prevenir estas muertes que anualmente se producen de forma prematura.
«Con una correcta inversión en educación, se produciría un ahorro del 20 por ciento del gasto sanitario y se reduciría el número de muertes», explicó Perán a este respecto.
Y es que la diabetes no solo ha incrementado su incidencia en el resto del mundo; también en España ha recopilado un alto número de pacientes, llegando a un total del 42 por ciento desde 2019. De hecho, el país es la segunda región de Europa con mayor número de personas con diabetes, superiores únicamente por Alemania.
En cifras contantes, 6 millones de personas padecen diabetes actualmente y se podrían alcanzar según las previsiones los 9 millones de afectados para 2025.
El gasto sanitario de 5.809 millones de euros al año. Según los datos de la asociación, solo un 45 por ciento de diabéticos ha recibido junto a sus familias; si bien la mayoría no ha sido adaptada e individualizada, acorde al caso concreto de cada uno.
Un punto con el que la vicepresidenta de la Sociedad Española de Diabetes (SED), Mª José Picón, ha coincidido totalmente, ensalzando la importancia de la formación especializada de los profesionales sanitarios; y señalando en su defensa que «la educación terapéutica ha de estar adecuadamente profesionalizada».
Después de todo, y tal y como ha hecho ver esta experta, «no todo el profesional sanitario está capacitado para implementarla», refiriéndose por supuesto a la educación sobre la diabetes, ya que «implica una evaluación de necesidades del paciente, unos contenidos educativos estructurados, una escucha activa y un reciclaje periódico».
Según su parecer, es «indispensable que los profesionales sanitarios tengan acceso a una formación continua que debe estar correctamente acreditada mediante diplomas en estas áreas de conocimiento». Un argumento que también ha suscrito Diego Ayuso como secretario general del Consejo General de Enfermería de España (CGE), cuyas declaraciones al respecto también han focalizado que las enfermeras son «referentes» tanto en el cuidado como en el seguimiento de las personas con diabetes.
«Las enfermeras educadoras de diabetes son clave para que los niveles se mantengan en valores aceptables, potenciando hábitos de vida saludables, ejercicio y un buen manejo de la medicación», expresó, recordando a renglón siguiente la importancia de dar luz verde a la creación de un título de enfermera experta en educación diabetológica, e implementarlo a nivel nacional.
«Es la mejor forma de garantizar que los cuidados que estamos dando a las personas con diabetes son de máxima calidad y excelencia», aseveró.