El siguiente poema escrito por una madre de un hijo con autismo, refleja los sentimientos de todos aquellos padres que cada día luchan con sus hijos contra este trastorno

¡QUE NO DARÍA YO!

Suspendido entre la tierra y el cielo,
rodeado de la inmensidad del mar,
intentando atrapar vuelos de gaviotas.

-Me pregunto, hacia dónde
tu mente volará
Quisiera entrar contigo en ese mundo,
que dicen: que es tiniebla y soledad.
Tomarte suavemente de la mano
y acompañarte para ver tu verdad.

¡Qué no daría yo!…
porque posaras tu cabeza en mi regazo
y, con alas de mariposa, poderte acariciar.
Besarte con los labios del viento,
y enseñarte qué significa: Amar.
Alejar los miedos que te acosan,
¡arrastrarte hacia la realidad!

Que pudieras comprender la diferencia
que existe entre el reír y el llorar.
Iluminar tu noche con colores,
compartir los juegos y el soñar,
guiarte hacia la luz, fuera del laberinto
que no deja a tu mente fluir en libertad.

¡Qué no daría yo
porque pudieras volver a comenzar!

Carmen Aguirre

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