Si queremos ayudar al hígado graso a restablecerse debemos tomar cardo mariano e infusiones de boldo. Por otro lado, podemos añadir a diario un jarabe compuesto de vinagre de manzana y limón.
El elemento clave en el vinagre de sidra de manzana es el ácido acético, que ayuda a suprimir el almacenamiento de grasa. Deben asegurarse de obtener vinagre de sidra de manzana orgánico.

Beneficios para la salud del vinagre de sidra de manzana no pasteurizado:
• Ácido acético (suprime el almacenamiento de grasa)
• Mejora la sensibilidad a la insulina
Estabiliza el azúcar en la sangre
• Reduce la grasa en el hígado
• Acelera la digestión
• Aumentar la liberación de bilis del hígado
• Ayuda al páncreas a liberar enzimas
Si no dispone de vinagre de manzana que venden ya hecho en los supermercados puede hacerlo usted mismo así: introduzca media manzana troceada con piel dentro de un litro de vinagre de manzana pasteurizado, de esta manera lo revitalizamos, le aportamos bacterias beneficiosas, enzimas entre otros nutrientes.
Podemos utilizar limones haciendo un zumo recién exprimido y lo añadimos al vinagre de manzana. Éste aumenta el glutatión, aporta vitamina C y protege contra el daño hepático. Por otro lado, el ácido cítrico disminuye los oxalatos que pueden formar cálculos renales y es antiinflamatorio.
Jenjibre:
Es un protector digestivo que alivia la inflamación, mejora la circulación de la sangre, refuerza el sistema inmune y ayuda a depurar el hígado.
Mezclamos por tanto:
El zumo de dos limones, más dos cucharadas de vinagre de sidra de manzana, una cucharada de jenjibre en polvo o rallado fresco y vaso y medio de agua.
Si está muy ácido puede endulzarlo con miel. Se debe beber poco a poco cada día, al menos, un vaso en ayunas y otro por la noche una vez que haya hecho la digestión.