La sociedad occidental en que vivimos se basa en el respeto de la ley. Cuando alguien violenta las leyes debe ser sancionado de la forma prevista por las propias leyes.
Esto es válido en todos los órdenes de la vida. La violencia no puede ser el camino para conseguir objetivos. Tanto en el orden político como de fronteras. Permitir el asalto o modificación de nuestras fronteras es un camino suicida.
Hay grupos internacionales están muy interesados en generar la desestabilización de nuestra sociedad occidental, influyendo en las secesiones o las invasiones migratorias utilizando el chantaje a países vecinos con seres humanos.
España ha facilitado mucha inmigración de América del Sur. Ellos han venido sin violencia —con o sin papeles— a trabajar y siguen con nosotros.
Otro ejemplo de hipocresía es el feminismo de izquierdas, que se calla cuando se produce la ablación del clítoris de las musulmanas que viven entre nosotros. Pero están a favor de esas migraciones.
¿Alguien tiene una solución que para evitar el efecto llamada dosificado por países y coordinado por la mafias?
Ya está bien de buenismo hipócrita.
Fernando López Clarós
Barcelona, 28.06.22
Estimado don Fernando:
Muchas gracias por mostrarnos su opinión a este respecto.
Atentamente,
Ana De Luis, directora.