Delirium versus demencia: ¿en qué se parecen y diferencian?

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Trípitco sobre el delirium SEGG
Tríptico sobre el delirium. Foto: SEGG©

El 16 de marzo es el Día Mundial del Delirium, la oportunidad perfecta para aprender a diferenciar esta patología de la demencia, propia de la edad avanzada.

El delirium es un lugar en donde el inmovilismo, la desnutrición, la deshidratación, las caídas, las úlceras por presión y las neumonías por aspiración juegan con la salud de las personas mayores que la sufren, provocando un malestar difícilmente superable.

¿En qué consiste exactamente esta dolencia?

Entre los factores de riesgo del delirium predominan: la edad avanzada, la polifarmacia, la comorbilidad, el deterioro funcional/institucionalización, la cirugía, los antecedentes de deterioro cognitivo/demencia o delirium previo y, cómo no, también la deprivación sensorial.

Hablamos de una patología que implica una mayor estancia hospitalaria, al entrañar más riesgo de complicaciones durante la hospitalización; un mayor deterioro cognitivo y funcional, dicho sea de paso, que solo contribuye a aumentar la mortalidad y el gasto sanitario.

La buena noticia sobre esta enfermedad es que es prevenible en un 30 o 40 por ciento de los casos, aproximadamente, por lo que resulta fundamental identificar tempranamente a los sujetos de alto riesgo que más expuestos están ante ella, a fin de modificar su trayectoria cognitiva y funcional.

La alta prevalencia del delirium en el adulto mayor explica el por qué la enfermedad tiene al 16 de marzo como su Día Mundial de concienciación social, fecha en la que invita a reflexionar más que nunca acerca de la importancia de reaccionar con prontitud ante los primeros signos de la enfermedad.

Prueba de ello es el índice que mantiene entre los mayores de 85 años, con una prevalencia del 14 por ciento, o eso se calcula, manteniéndose presente entre el 1 y el 2 por ciento de la población general; un ritmo de frecuencia que bien puede alcanzar el 30 por ciento al enmarcarlo entre los servicios médicos, y de un 50 por ciento al amparo de los servicios quirúrgicos, pudiendo incluso llegar al 85 por ciento de autonomía en aquellas Unidades de Cuidados Intensivos y Cuidados Paliativos.

¿Cómo podemos ayudar a los pacientes afectados por el delirium?

A fin de ayudar a pacientes, familiares y cuidadores a afrontar el tratamiento y las complejas situaciones derivadas del delirium, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) ha elaborado una serie de documentos que tienden la mano hacia la comprensión y tratamiento de este colectivo.

La actuación de esta entidad no pilla de sorpresa, si se tiene en cuenta que es una sociedad multidisciplinar que busca instaurar, respaldar, divulgar e implementar el conocimiento en el proceso del envejecimiento, la Salud y la calidad de vida de las personas mayores, haciéndolo eso sí desde una perspectiva individual y social.

¿Cuál es la meta final? Transferir el conocimiento recopilado entre los profesionales e instituciones, por un lado, a la par que busca influir en la ciudadanía y la sociedad.

Por ello, uno de los documentos que la entidad presenta es ‘Delirium en ancianos hospitalizados: guía para pacientes, familiares y cuidadores’, un tríptico que ofrece información tanto a las familias como a los cuidadores, a fin de que puedan conocer mejor este síndrome y puedan reaccionar con prevención a su aparición, identificándolo precozmente y, en caso de ingreso final, aprender a manejarlo de la mejor manera posible.

Otro documento importante que la SEGG pone a disposición del mismo público interesado es el ‘Delirium en el paciente mayor con fractura de cadera: guía para pacientes, familiares y cuidadores’.

En dicho informe se «aporta información y consejos para abordar el delirium en un paciente que además presenta una fractura de cadera; la intención de estas líneas recopiladas es ayudar a prevenir y/o manejarlo una vez instaurado el paciente, proporcionándole una serie de pautas acerca de cómo debe reorientarse y afrontar su nueva rutina diaria al recibir el alta hospitalaria y regresar al domicilio.

El críptico adjuntado para familiares, por su parte, pone énfasis en recordar qué es el delirium, más allá de una enfermedad prevenible, desglosando así diferentes consejos sobre estimulación cognitiva, ejercicios, descanso nocturno, movilización e hidratación, audición y visión y, como guinda, también consejos para el cuidador.

Dentro del documento elaborado para profesionales, empero, se define al delirium como un síndrome «producido por una causa orgánica», recordando asimismo que este trastorno médico «es un «síndrome clínico caracterizado por una alteración fluctuante en el nivel de consciencia que aparece de forma brusca, asociando inatención, pensamiento desorganizado y otras alteraciones cognitivas y sensoperceptivas».

Dándole el voz al delirium

Con motivo del este día, la SEGG invita a asistir al webinar que ha organizado para las 18:00 horas esta tarde, 16 de marzo. Un evento en el que se hará mesa redonda para la patología, y se abordarán las novedades en el diagnóstico, en los consejos para profesionales sobre cómo mejorar el manejo de la enfermedad, amén, obviamente, de la revisión de las medidas no farmacológicas de prevención que sobre ella pululan.

La charla, que podrá seguirse de forma remoto, contará con la participación de Neus Gual y Lucía Lozano, coordinadora y secretaria del grupo de trabajo de Delírium; colaboraciones a las que también se sumarán la de la neuropsicóloga Gabriela Mondragón, y la mirada geriatra y médico de Atención primaria de Ángel Julio Santana.

¿Están ustedes interesados en asistir? Solo hay que enviar un email a ‘belen_royo@segg.es’.

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