Inicio Etiquetas Citas

Etiqueta: Citas

Cita del día

0
«Hay tres clases de ingratos: los que olvidan el favor, los que lo hacen pagar y los que se vengan» (Santiago Ramón y Cajal).

Cita del día

0
«Dulcinea del Toboso es la más hermosa mujer del mundo y yo el más desdichado caballero de la tierra, y no es bien que mi flaqueza defraude esta verdad» (Cervantes).

Cita del día

0
«Los que creen que el dinero lo hace todo suelen hacer cualquier cosa por dinero» (Voltaire).

Cita del día

0
«¡Bienaventurados los que no hablan, porque ellos se entienden!» (Mariano José de Larra).

Cita del día

0
«Uno nunca se vuelve mejor, sino diferente y más viejo, y eso es siempre un placer» (Gertrude Stein).

Cita del día

0
«Todo necio / confunde valor y precio» (Antonio Machado).

Cita del día

0
«No hay peor agonía que llevar con nosotros una historia que no ha sido contada» (Maya Angelou).

Cita del día

0
«No se debe confundir la verdad con la opinión de la mayoría» (Jean Cocteau).

Cita del día

0
«Encontrar alegría en tu trabajo es como descubrir la fuente de la juventud» (Pearl S. Buck).

Cita del día

0
«Si te ríes de un niño diferente, él se reirá contigo, porque su inocencia sobrepasa tu ignorancia» (anónimo moderno).

Santoral del día 31 de marzo

Hoy 31 de marzo se festeja la santidad de Agilolfo de Colonia, obispo y mártir. Viernes de Dolores.

Cita del día

«Hay tres clases de ingratos: los que olvidan el favor, los que lo hacen pagar y los que se vengan» (Santiago Ramón y Cajal).

Tal día como hoy, 31 de marzo…

Torre Eiffel París
…de 1889, fue inaugurada la torre Eiffel.

Dice el refrán

«Si parece un pato, nada como un pato y grazna como un pato, entonces probablemente sea un pato».

El día D

Hoy 31 de marzo se celebra el Día Internacional de la Visibilidad Transgénero.

De dónde viene: manicomio

De manía y el gr. κομεῖν, komeîn: 'cuidar'.

Un poema: No es tu final

No es tu final como una copa vana / que hay que apurar. Arroja el casco, y muere.

Audiolibro: Dos cuentos

Descargue o escuche este libro de León Tolstoi, Dos cuentos.
Cambiar Idioma »