Así lo ha decretado este lunes la OMS, confirmando las dudas de que el virus corona ya es «un patógeno establecido permanentemente en humanos y animales».
Tras avisar de que el SARS-CoV-2 sigue dejando 40.000 muertes a la semana, este lunes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) o más bien su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha informado de que, a ojos de su entidad, el virus corona sigue constituyendo una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII, por sus siglas en inglés), tal y como fue declarada el pasado 31 de enero de 2020.
¿Qué significa esto?
Que la covid-19 aún es una enfermedad «infecciosa peligrosa», que puede hacer mal tanto a las personas como a la efectividad y eficacia de los propios sistemas sanitarios de los distintos países. Dicho organismo matizó, eso sí, que su pandemia generada puede encontrarse actualmente en un punto de «inflexión» o «transición», por lo que es necesario establecer acciones de salud pública de largo plazo antes de levantar la consideración de emergencia mundial sanitaria.
La covid-19, una fuente de riesgo continuo
Esta es, precisamente, la calificación global que el organismo sanitario de la ONU ha dejado plasmado en su informe de la 14º reunión del Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) sobre la pandemia del Covid-19, la cual celebraron el pasado viernes.
La pandemia «se encuentra probablemente en un punto de transición», a juicio del Comité, el cual acordó que el virus corona sigue siendo una enfermedad infecciosa peligrosa con la capacidad de causar daños sustanciales a la salud de la población, así como a generar serias complicaciones en los sistemas de salud de los países.
Con todo, dicho organismo también destacó que la pandemia «puede estar acercándose a un punto de inflexión», razón por la que en su último informe abogaron por alcanzar niveles más altos de inmunidad de la población a nivel mundial; ¿de qué manera? «Ya sea a través de la infección y/o la vacunación, puede limitar el impacto del SARS-CoV-2 en la morbilidad y la mortalidad», observaron los especialistas de la OMS, haciendo ver que «hay pocas dudas de que este virus seguirá siendo un patógeno establecido permanentemente en humanos y animales en el futuro previsible».
En esta misma estela de la clasificación del virus corona a nivel global, el Comité también reconoció que la acción de salud pública a largo plazo contra este patógeno es necesaria, explicando a tal respecto que «si bien la eliminación de este virus de los reservorios humanos y animales es muy poco probable, la mitigación de su impacto devastador en la morbilidad y la mortalidad es alcanzable, y debe seguir siendo un objetivo prioritario».
No obstante, y ya en otra línea de opiniones respecto a la enfermedad infecciosa generada por el SARS-CoV-2, los miembros del Comité hicieron pública su preocupación ante el riesgo continuo que plantea el virus, dado el número de muertes que su enfermedad aún provoca en el mundo, sobre todo en comparación con otras infecciosas respiratorias, ya que su resultado aún desprende una elevada tasa de mortalidad.
Una preocupación que se hizo extensible a la insuficiente aceptación de la vacuna en los países de ingresos bajos y medios, por cierto, así como a la inmunidad vacunal en los grupos de mayor riesgo a nivel mundial, dicho sea de paso, e igualmente por la incertidumbre asociada con las variantes emergentes.
Virus corona: de la fatiga pandémica a la reiteración de las recomendaciones de las alertas sanitarias
En otro orden de ideas respecto a la pandemia, los expertos del comité de la OMS reconocieron que existe cierta «fatiga pandémica» entre la población; tanto es así que la reducción de la percepción pública del riesgo ha conducido a una reducción drástica del uso de medidas sociales y de salud pública, véase mascarillas y distanciamiento social.
«La reticencia a la vacunación y la continua difusión de información errónea siguen siendo obstáculos adicionales para la implementación de intervenciones cruciales de salud pública», admitieron.
En cuanto a las secuelas sistémicas a largo plazo del Covid persistente, los facultativos de la OMS expresaron que, en este sentido, los pacientes con esta condición post infección se enfrentan a un elevado riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular y metabólica, admitiendo, de hecho, que la suma de sus casos tendrá un «grave impacto negativo continuo en la población», probablemente.
Asimismo, el Comité sanitario de la ONU admitió que, si bien «los sublinajes de ómicron que circulan actualmente en todo el mundo son altamente transmisibles, ha habido un desacoplamiento entre la infección y la enfermedad grave en comparación con las variantes anteriores de preocupación».
Pese a lo cual, «el virus conserva la capacidad de evolucionar hacia nuevas variantes con características impredecibles».
Tras agradecerle al organismo del Comité todo el asesoramiento prestado, Tedros Adhanom Ghebreyesus formuló sus propias recomendaciones temporales sobre el virus Corona, basándose en las preocupaciones y posturas de los expertos de la OMS.
Y entre ellas subrayó la importancia de mantener el impulso de la vacunación contra el SARS-CoV-2, a fin de lograr una cobertura del 100 por ciento de los grupos de alta prioridad, aunque también para mejorar la notificación de los datos de vigilancia del virus a la OMS.
De igual manera y a juzgar por lo que declaró este máximo directivo de la organización de la Salud mundial durante la rueda de prensa que compartió este lunes ante los medios de comunicación con la comunidad internacional, el promover el acceso a las vacunas, diagnósticos y terapias contra el virus Corona es otra meta más a conseguir en la lucha contra la pandemia, y así lo indicó a los miembros expertos del Comité.
Una campaña en la que Tedros Adhanom Ghebreyesus también instó a fortalecer la preparación de los países para responder a los brotes presentes y futuros, cabe matizar, desde la atención a la capacidad del personal sanitario, por cierto, hasta la prevención y el control de infecciones, mismamente.
Por todo ello, el Comité se decantó por reclamar mejorar la vigilancia y la presentación de informes sobre hospitalizaciones causadas por el virus Corona, haciendo lo propio con los ingresos en unidades de cuidados intensivos y con las muertes, a fin de comprender mejor el impacto actual de la covid-19 en los sistemas de salud; y explicando por añadidura que con ello se puede caracterizar adecuadamente los síntomas del virus corona, amén de sus secuelas.