Cada año en España unos mil cien niños acaban con cáncer infantil. Un panorama que los especialistas de la SEOR se han propuesto mejorar a golpe de protonterapia.

¿Sabía que la actual supervivencia en España de los menores de 14 años con cáncer es del 82,5 por ciento a los cinco años?

Según los datos más recientes del Registro Español de Tumores Infantiles (RETI– SEHOP), por supuesto, cuyas cifras recogen el gran avance que este índice ha sufrido desde 1980 hasta el presente, superándose hasta en un 43 por ciento. Una progresión remarcada y aplaudida desde la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), dicho sea de paso.

La protonterapia también abre fuego contra el cáncer infantil

La entidad, que no ha dudado en sumarse un año más a la conmemoración mundial del Día Internacional del Niño con Cáncer, este 15 de febrero, ha aprovechado la publicación de un nuevo comunicado para recordar que el cáncer infantil sigue constituyendo la primera causa de muerte por enfermedad entre los más pequeños, al menos dentro de los países desarrollados.

Y para subrayar asimismo el valor de la protonterapia como tratamiento fundamental en los tumores pediátricos, por un lado, así como en la mejora de la supervivencia de los menores con cáncer infantil, por otra parte.

Después de ver qué es la protonterapia y en qué consiste su tratamiento, es preciso recordar, en este punto, que estamos hablando de una modalidad de radioterapia que sustituye los electrones o los rayos X por los protones. ¿Su mejor baza? Su capacidad para minimizar los efectos no deseados a largo plazo.

Un plus terapéutico que también ha contribuido a cosechar buenas aportaciones en la minimización de secuelas y neoplasias posteriores de este colectivo de pacientes, por cierto, por no hablar de brindarles una mejora en su calidad de vida; y todo gracias a la precisión del tratamiento.

De esta manera, mientras que la radioterapia figura en el tratamiento multimodal de la mayoría de tumores sólidos infantiles, apareciendo codo con codo con la cirugía y la quimioterapia, la protonterapia se ha ganado su puesto como soldado clave contra los tumores en la población pediátrica, al obtener buenos resultados al aplicarse especialmente contra esos cánceres próximos al corazón y a la médula, a los pulmones y otros órganos de riesgo… amén de los localizados en el sistema nervioso central.

«La radioterapia juega un papel importante en el tratamiento curativo de los tumores cerebrales pediátricos, así como también de los sarcomas de Ewing, rabdomiosarcomas, tumores de Wilms y neuroblastomas», en palabras de Mónica Ramos Albiac, doctora coordinadora del Grupo de Tumores Pediátricos de la SEOR y oncóloga radioterápica en el Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona.

Cabe añadir, en este punto, que tanto la leucemia como los linfomas contabilizan los tumores que más se diagnostican entre los menores de 14 años, sumando el 30 por ciento de casos totales la primera y el 13 por ciento la segunda, dejando en un tercer puesto a los tumores del sistema nervioso central, con un 22 por ciento.

La lucha contra el cáncer infantil sigue en auge

«Durante los últimos diez años, las técnicas de irradiación han mejorado de forma que cada vez podemos ser más precisos en la administración de la dosis de radioterapia y evitar zonas de tejido sano cercanas a la zona de tratamiento», aseguró la especialista Ramos Albiac. «De esta forma, podemos minimizar los efectos no deseados a largo plazo en muchos de los niños que se curan del cáncer infantil».

A su juicio y contextualizado en este escenario, «el tratamiento con protones está teniendo un papel fundamental en los últimos años, permitiendo disminuir todavía más la dosis a tejidos sanos y mejorando la calidad de vida futura de nuestros pacientes pediátricos con cáncer de hoy».

Hay que añadir, por último, que actualmente en el país solo existen dos únicos centros abiertos que dispensan este tratamiento, y ambos son privados y se encuentran en la comunidad autónoma de Madrid; una perspectiva que cambiará en un futuro próximo, sin embargo, tras la creación de 10 nuevas unidades de protonterapia ya confirmadas con la donación de la Fundación Amancio Ortega, más una extra en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en la cantábrica Santander, que correrá a cargo de una iniciativa mitad pública y mitad privada.

Una suma total de nuevos centros que se repartirán entre Madrid y Barcelona, Sevilla y Málaga, Valencia y Santiago de Compostela, San Sebastián y Las Palmas; y que  posicionará a España a la cabeza de la protonterapia en toda Europa, más exactamente a la vanguardia en Oncología Radioterápica.

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