¿Sabía que hay factores que pueden adelantar la menopausia? Y aplicar ciertos consejos a partir de los 40 es afrontar mejor la llegada de esta etapa de la mujer.
Caracterizada por el cese definitivo de la menstruación y por ser el principio del ‘climaterio’, esa etapa femenina y transitoria que precede a la vejez biológica, la menopausia aparece en torno a los 51 o 54 años, según la media que plantea la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM); aunque el 90 por ciento de las mujeres lo atraviesa entre los 48 y los 54 años, generalmente.
¿La menopausia es una mala noticia?
Para buena parte de las mujeres sí lo es, aunque esto no tiene por qué ser así, necesariamente. Según sostiene Marta León en su manual «La revolución invisible. Cuida tus hormonas a partir de los 40», existe otra forma mejor de llegar a esta etapa intermediaria entre la edad fértil y la ancianidad; una opinión que, por cierto, defiende como ingeniera química especializada tanto en alimentación como en salud hormonal femenina.
A su parecer, conseguirlo pasa por captar el papel trascendental que adquieren las hormonas en este momento de la vida, por un lado, así como entender que su influencia en el organismo se deja sentir en la intensidad de apetito y de libido que uno tenga, por otra parte; y es que las hormonas incluso llegan a representar una influencia en el modo de pensar y de relacionarse con la gente y el entorno, sin olvidar que son la base de la vida y de la propia salud de una persona.
De hecho, esta es la razón principal por la que diversas sociedades científicas han pedido recuperar los tratamientos hormonales de cara a dispensarlos en este periodo vital, dicho sea de paso, o al menos así ha sido en España.
Para esta facultativa, es justo a partir de los 40 años cuando es aconsejable hacer hincapié en el autocuidado, ya que el inicio de la cuarta década de la vida constituye el principio de los cambios hormonales de la mujer, empujándola al empiece del tránsito hacia la nueva etapa del climaterio. León defiende, más concretamente, que el estado de una mujer está sujeto a su fluctuación hormonal, de modo que el autocuidado llega a ser una baza que determina si se pasa o no por una mejor o peor transición.
«Aún no se ha producido la menopausia, pero la mujer sí se encamina hacia ella», explica, ejemplificando el cese de la fertilidad como esos pequeños y grandes cambios que se producen en el cuerpo femenino que hacen que las mujeres dejen de menstruar. «Pero antes suceden muchas cosas», asegura, subrayando la importancia de revisar el estilo de vida que se está manteniendo en ese momento.
«Así que tenemos que empezar a cuidarnos un poco más para que en ese tránsito la mujer ya esté preparada», máxime cuando el climaterio no se produce por igual en todas las féminas, por muchos síntomas que sean comunes en este sexo y en esta fase transitoria.
«Hay mujeres que conforme se aproximan notan que el ciclo se les acorta o en cambio se les alarga», puntualiza esta experta. «Otras entran de forma más abrupta al climaterio; o por ejemplo de manera quirúrgica, de forma que tras una serie de trastornos se hace necesaria una intervención que implica una histerectomía». Según resalta León en una entrevista a ‘Infosalus’, «el climaterio es diferente en cada mujer porque, además de la genética diferente, tenemos una epigenética diferente y cada mujer un estilo de vida distinto».
Ahora bien ¿qué puede adelantar la llegada de la menopausia?
Pese a que se han escrito muchos estudios que defienden que sí se puede retrasar la menopausia, posponiendo de alguna manera la aparición del climaterio, aún hoy la ciencia no tiene un consenso experto respecto a esto, si bien las opiniones mayoritarias admiten que sí hay ciertos elementos influentes que la pueden adelantar.
En este sentido, la facultativa nombra en su manual cinco factores que pueden anticipar este adiós definitivo de la fertilidad femenina, haciendo que el climaterio sea de una manera o de otra por los epigenéticos, los factores genéticos, el estilo de vida, el grado de autocuidado y el haber fumado o no, advirtiendo en este sentido que el tabaco puede adelantar hasta cinco años la edad de la menopausia.
De igual forma, León afirma que una mala gestión del estrés también es determinante en la edad de aparición de la menopausia, así como el consumo habitual de alcohol, una exposición a disruptores endocrinos y el estar a tiro de piedra de los tóxicos medioambientales; y eso sin olvidar que el intentar retrasar esta etapa pre-vejez responde muchas veces a motivos emocionales que por causas de salud.
«Cuando entramos en esta etapa, las mujeres siempre vivimos un duelo a todo lo que hemos estado pasando, y esto nos deja también como en incertidumbre de lo que vendrá», asegura.
Pero lo que sí está claro es que la menopausia tiene repercusiones sanitarias, definitivamente, ya que los estrógenos solo ofrecen protección cardiovascular en la edad fértil, favoreciendo asimismo el cuidado de los microbios del organismo; por el contrario, con la menopausia en acción el tejido de las mucosas se debilita, por poner un ejemplo, mientras que el tejido de la cara envejece más rápido, mismamente, generando más arrugas en la piel. Por tanto, he ahí donde entra en acción la importancia de mantener un continuo autocuidado de las hormonas a partir de los 40 años.
Entonces ¿cómo podemos llegar lo mejor posible a la menopausia?
Para esta escritora e ingeniera de la salud femenina, existen ciertos consejos que pueden ayudar a prepararse mejor ante esta etapa femenina de la vida. Dejar de fumar es, en este sentido, la primera de estas pautas a adoptar, dado que este mal hábito dispara el envejecimiento celular y, por tanto, altera la reserva ovárica. A ello se suma el preservar la energía tomando alimentos energéticos, especialmente las grasas buenas del Omega-3, presentes en el pescado azul, las semillas de chía y de lino… por mencionar unos cuantos alimentos.
Igual de necesario e influyente es mantenerse en movimiento a diario, facilitando así la irrigación sanguínea a los tejidos, siendo recomendable combinar los ejercicios cardíacos que activen la respiración y bombeen el corazón, con aquellos ejercicios de fuerza que fortalezcan los músculos y los huesos. Y es que todo ello mantendrá más sanos y jóvenes a los tejidos.
Asimismo, tampoco está de más cuidar de la microbiota durante el climaterio, por cierto, ya sea a nivel intestinal o vaginal o bucodental; y es que según expone León, una mala salud en tales áreas es un kilo más en la balanza del desequilibrio, por no hablar de que fomenta la pérdida de energía.
Y lo mismo puede decirse de lo beneficioso que es autoobservarse, escuchar al cuerpo, hacerle caso en lo que le va bien y lo que no, seguir sus peticiones de autocuidado… etcétera.
Es más, para León y el resto de expertos en salud femenina, es fundamental revisar los niveles de vitamina D, dado que esta sustancia nutritiva es un ingrediente esencial a la hora de mantener una buena salud intestinal, ósea e inmunitaria; granos montañosos que, en suma, llegan a pesar en la cuesta arriba de pasar por un buen climaterio.
Y dado que durante el climaterio el cuerpo tiende a relentecer su ritmo de producción de melatonina, apostar por una buena higiene del sueño también es otro consejo a adoptar llegado el momento de tener que superar la menopausia; esto implica cenar pronto, intentar cambiar luces blancas y azules por tonos más cálidos, exponerse aún más a la luz del sol para una mejor fabricación de serotonina, especialmente en invierno y, cómo no, apagar los móviles u ordenadores y otros dispositivos electrónicos unas dos horas antes de irse a dormir.